Los armeros, muy superiores al equipo vigués, sentenciaron en el segundo tiempo

x. r. castro
Redactor de Vigo

El Celta se llevó una bofetada de las grandes en Eibar. Fue inferior al equipo de Mendilibar y encajó su tercera derrota en siete partidos, lo que corta de raíz la ilusión que había generado el proyecto. Desaparecido en ataque durante el primer tiempo con un único disparo al lateral de la red, encajó el primer golpe nada más volver del vestuario con un tanto de Edu Expósito y después de ser indultado por el VAR (que anuló un segundo gol armero) regaló la sentencia a Orellana tras una grosera pérdida de balón de Aidoo. El colmo del desastre fue el penalti fallado por Aspas en la última jugada. No tendría incidencia en el marcador, pero al menos liberaría al de Moaña si llega a marcar su primer gol de la temporada, pero ni eso.

Ipurúa nunca engaña. Cada equipo sabe lo que le espera en Eibar pero la tropa de Mendilibar siempre lleva los partidos a su terreno. El Celta, con las novedades de Okay y Brais en el once, quiso mandar de inicio pero enseguida se encontró con la realidad de los centros laterales y una salva de córneres en contra. Kike García estuvo a punto de marcar en el primer balón colgado pero su testarazo salió fuera, y Orellana probó el gol olímpico en dos ocasiones consecutivas con maestría y en ambos se encontró con los puños de Rubén.

Esta situación provocó un Celta partido en dos: medio equipo para defender y tres jugadores para atacar y el único aviso de todo el primer tiempo fue un tiro al lateral de la red de Denis. El juego combinativo que se espera de los celestes, incluso en el peor de los escenarios, solo apareció en la recta final del primer tiempo, cuando a través del balón los celestes hicieron un par de visitas al área armera y de paso neutralizaron los embestidas del Eibar, con Orellana como uno de los jefes de operaciones.

Pero fue un espejismo y el Celta claudicó a la vuelta del vestuario. Edu Expósito se inventó una especie de vaselina, con Rubén a media salida, en la primera llegada y marcó uno de los goles de la jornada. El 1-0 dejó a los celestes en la lona noqueados con la única salvedad de una buena llegada de Brais con tiro incluido que atrapó el portero armero.

Tanto acusaron el golpe que ni un gol anulado a Inui por ayudarse De Blasis con la mano en el inicio de la jugada, posibilitó la reacción celeste. Al contrario, dos minutos después Aidoo quiso hacer un regate en el balcón de su propia área en la salida de balón y el robo de Inui lo transformó en gol Orellana, que aguantó a Araujo y Rubén y terminó marcando el segundo a placer. Fue la sentencia, porque con media hora por delante el Celta tuvo más el balón con Rafinha ya en el campo (Okay y Lobotka no existieron en el partido) pero no concretó ninguna de las oportunidades. Provocó Iago Aspas un par de ocasiones apareciendo desde la banda pero faltó definición para superar a Dmitrovic.

Y en el colmo de la desesperación Aspas no marcó ni de penalti en una jugada que él mismo se fabricó robando el balón en el centro del campo. Quiso anotar a lo Panenka y el portero le adivinó el lanzamiento. La derrota deja al Celta en una embarazosa situación. No solo en la tabla, sino a nivel de juego y de rendimiento. Sigue sin arreglar sus problemas en los últimos metros y ayer volvió a dar licencias defensivas. Y el gol continúa sin llegar. Demasiadas malas noticias que invitan a pensar en el pasado.

Ficha técnica:

2 - Eibar: Dmitrovic, Cote (Tejero, min. 46), Arbilla, Oliveira, De Blasis; Edu Expósito, Sergio Álvarez, Escalante; Inui, Kike García (Charles, min. 77), Orellana (Pedro León, min. 74).

0 - Celta: Rubén Blanco; Hugo Mallo, Araujo, Aidoo, Lucas Olaza; Brais Méndez (Fernández, min. 85), Okay (Pape Cheikh, min. 67), Lobotka (Rafinha, min. 62); Denis Suárez, Santi Mina y Aspas.

Árbitro: Martínez Munuera (Comité Valenciano). Amonestó a Arbilla, Orellana,Tejero y Lucas Olaza.

Goles: 1-0, min. 47: Edu Expósito. 2-0, min.60: Orellana.

Incidencias: 5.453 seguidores en partido disputado en Ipurua, en la séptima jornada, con mucho sol.