La otra cara de la victoria

GRADA DE RÍO

XOAN CARLOS GIL

El técnico insistió con los centrales y Jozabed, recuperó a Maxi y confirmó que Hjulsager es el duodécimo jugador

01 dic 2018 . Actualizado a las 20:29 h.

Para el Celta, el fútbol es un deporte en el que juegan once contra once y en el que Iago Aspas siempre (o casi) resuelve los partidos. El resumen del encuentro contra el Huesca pasó de nuevo por el moañés, aunque la contienda dejó algunos trazos más, como el regreso de Maxi Gómez al equipo titular o la confirmación de que Hjulsager se ha convertido en el jugador número doce.

El fútbol

Un puñado de dudas

El Celta logró su primera victoria de la era Cardoso en una contienda que en la que la pericia de Iago compensó las carencias del juego del equipo. Porque en la primera mitad los vigueses ofrecieron una imagen bañada por las dudas. La urgencia pasó factura a los célticos, que pecaban de predecibles a la hora de salir con el balón jugado y no encontraban salidas limpias para armar sus ataques. Cuando el equipo apostó por alternar el fútbol en corto con el largo el juego creció y Aspas hizo el resto. Queda la duda de qué habría pasado si enfrente no estuviese el colista.

Los otros protagonistas

Costas y Jozabed

Por segundo partido consecutivo Cardoso prescindió de los centrales argentinos, santo y seña de la etapa Mohamed, e insistió dando a Costas y Araujo la responsabilidad del centro de la defensa y, de paso, de sacar el balón jugado. El problema fue que a Costas le pudo la presión y jugar en el perfil zurdo, y el resultado fueron muchas dudas para comenzar jugando, a pesar de que Okay intentaba echar una mano. El canterano se ha encontrado de repente con mucho peso sobre sus hombros y eso le pasa factura. Y algo similar sucede con un Jozabed que pasó del ostracismo a encadenar titularidades en una demarcación que no es la suya. Ayer se le vio un poco más adaptado, aunque le falta continuidad.

El ataque

Vuelve Maxi, entra Andrew

Maxi Gómez regresó al once, y aunque no fue su mejor partido, sí resultó un incordio para los centrales y dio alternativas al equipo a la hora de jugar en largo. Uruguayo ya vuelve a ser de la partida en un Celta en el que Hjulsager ha cambiado su rol. Ha pasado de hacer número a convertirse en el duodécimo futbolista del vestuario. Ayer fue el primer cambio y en sus botas arrancó el contragolpe del gol de Iago. El danés entiende mejor que Boufal el fútbol colectivo y las indicaciones tácticas, aunque no es tan vistoso como el francés. La otra conclusión que dejó el estreno de Cardoso como local fue que el portugués no contempla a Roncaglia y que Pione Sisto atraviesa el que posiblemente sea su mayor bache desde que llegó a Vigo. Ninguno de los dos entró en la convocatoria de ayer.