Lucas Boyé, promesa prematura, potente y explosivo, tiene pendiente la asignatura del gol
02 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Lucas Boyé llegó ayer a Vigo para convertirse en el atacante que demandaba Unzué para cubrir la vacante dejada por Guidetti. Lo hace como un futbolista muy prometedor, pero que ha ido aplazando una explosión que quienes le han visto a lo largo de su trayectoria coinciden en señalar en que podría producirse en Vigo. Su fútbol, a priori, encajaría bien en la liga española, a diferencia con lo que ha ocurrido en la italiana en los últimos años. Su margen de mejora es amplio y el Celta el lugar donde quiere dar el paso definitivo en su carrera.
Posición
Polivalente en ataque. En Argentina recuerdan a un Boyé que se encontraba cómodo en la mediapunta. «No era un delantero de área», afirma el periodista de La Nación Claudio Mauri, testigo de sus inicios. Matiza que ya entonces «se podía tirar atrás para armar juego y también arrancar desde un costado». En Italia le utilizaron más como delantero centro o extremo en un 4-3-3, cuenta otro profesional que sigue al Torino y ha observado su evolución en el último año y medio, igual que Gianluca Sartori, de Toro News, que ve en él «un talento natural que debe encontrar su dimensión técnica y táctica» y que cree que sus mejores actuaciones fueron como extremo izquierdo.
Inicios en argentina
Demasiadas prisas que acabaron por frenarle. En sus inicios, en River, a Lucas Boyé se le consideraba como «una promesa muy interesante», pero Mauri considera que se precipitó en la toma de decisiones, a veces «mal aconsejado sobre a manera de llevar su carrera» y que por eso, a día de hoy, no ha llegado a cuajar. «En pocos años pasó por tres clubes y no se estabilizó en ninguno. Al Celta va cedido, así que sería otro club escala en el que intentar lanza su carrera», valora el profesional argentino.
Salto a italia
De más a menos sin lograr hacerse un hueco. El nuevo atacante llegó al Torino hace dos años. En su primera temporada acumuló minutos sobre todo saliendo desde el banquillo, pero este curso. «Llegó como una gran promesa y al principio me parecía una verdadera joya», dice Sartori, que tiene grabado en la retina un golazo suyo en la Copa de Italia y al que le «impresionaron» sus actuaciones frente a Roma y Fiorentina en el último trimestre del 2016. Luego, lejos de aumentar su presencia, decreció. «Ha habido una involución. Nunca fue titular y tuvo una buena actuación, pero se le veía descentrado, cometiendo muchos errores. Como si no estuviera listo», sigue Sartori.No convenció ni a Mihajlovic y ni a Mazzarri. «Habría podido aprovechar las oportunidades que suponían las lesiones de Belotti y de Ljajic, pero no se llegó a ver en él una opción para suplirles», relata el otro experto.
Puntos fuertes
Potente y explosivo. Las fuentes consultadas coinciden en elogiar la «buena técnica» del argentino como una de las principales virtudes que le avalan. Le suman una gran fortaleza física, resistencia, explosividad y capacidad para proteger el balón y echar una mano en defensa cuando la ocasión lo requiere. Buen control de la pelota y facilidad para driblar en espacios reducidos son otras de sus principales credenciales.
Puntos débiles
Una falta de gol que se ha prolongado en el tiempo. Si hay coincidencia con lo mejor de Boyé, con lo peor pasa lo mismo. Y preocupa tratándose de un delantero: «Le cuesta hacer gol». «Tiene que aprender a concretar mejor las jugadas y tener más descaro de cara a portería para ganar acierto. Hasta ahora, en el cómputo general, ha marcado pocos goles a lo largo de su carrera», apuntan desde Italia. Y recuerdan que, como coincide Mauri, que los registros de goles no son baladíes, sino que «se trata de aspectos fundamentales para un atacante que quiere imponerse en grandes niveles» como ha sido desde edad temprana la aspiración de Boyé. Un único gol en 30 apariciones en Serie A hablan por sí mismas, dice Sartori. Su colega agrega que «le gusta demasiado tener el balón y debe jugar más para el equipo».
Futuro
Una oportunidad en una Liga en la que puede encajar. Tanto en Argentina como en Italia coinciden en que el fútbol de Boyé seguramente encaje mejor en la liga española. «El Calcio no era el mejor sitio para que pudiera exprimir sus cualidades», coinciden. Para Sartori «era necesario que saliera de Turín para encontrarse a sí mismo. El fútbol español favorece a los jugadores técnicos porque hay menos atención a la táctica y puede hacerlo bien».