«Fará historia no Celta sendo da casa»

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

Noguerol, Abalo y Jordi rememoran el primer gol de los cien marcados por Aspas en el Celta

07 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Era una jugada que veníamos haciendo mucho en el Celta B. El hacía como que venía a recibir, se llevaba el central hacia adelante y después tiraba el desmarque hacia la portería y yo intentaba poner el balón por delante o por encima, como fue ese día, para que Iago pudiera hacer gol. De tanto que nos conocíamos, la jugada salió a la primera». De esta manera Iago Aspas inauguró su lista centenaria de goles con el Celta. Era el 6 de junio del 2009 y Dani Abalo, uno de sus mejores amigos en el verde, fue el encargado de darle el pase. Ocho años después, en el mismo escenario, aquel chaval de Moaña marcó su gol número 100 de celeste en partido oficial, algo que solo han conseguido otros cinco célticos a lo largo de la historia: Polo, Nolete, Hermida, Gudelj y Rogelio. Curiosamente, un zurdo nato como él lo hizo ante el Athletic con un derechazo y un cabezazo.

Aquel partido cambió la historia del Celta y fue la mejor carta de presentación de Iago en un escenario dramático: «Non estábamos dando a talla, estabamos atenazados porque baixar a Segunda B sería unha catástrofe e entón apareceu un rapaz con moito desparpajo. Aquelo non foi casualidade, salvounos o pescozo. Fará historia no Celta sendo da casa», recuerda y proclama Fran Noguerol, uno de los veteranos de aquella plantilla.

«En ese momento necesitábamos a alguien como él, con su carácter, su desparpajo y sobre todo con su calidad. Estábamos en una situación muy complicada», recuerda Jordi Figueres, entonces central del Celta, trotamundos del fútbol y hoy en el Atlético de Kolkata indio. Desde Asia el catalán recuerda con nitidez aquel mítico partido. «No olvidaré nunca la imagen de Iago celebrando el gol, quitándose la camiseta y yéndose hacia el micrófono con pelo y cogiéndolo. Y todo el equipo encima».

A ninguno le coge ahora por sorpresa que Aspas haya sido capaz de marcar cien goles ni que se haya convertido en un jugador de referencia y camine con paso firme hacia Rusia. «Iago es un jugador diferente, desde que estábamos en el Celta juvenil siempre le decía a mis conocidos que era un futbolista diferente, que nunca había visto un jugador así y que seguramente sería de los que llegase lejos si el club apostaba fuerte por él», comenta el arousano, que esta temporada lidera el grupo IV de Segunda B con el Cartagena.

Jordi combina calidad y sentido de pertenencia para situar las claves del éxito de su amigo de O Morrazo. «Cuando coincidimos en el filial se veía que era un jugador diferente al resto con una calidad impresionante. Desde que debutó en casa aquel día con el Alavés estaba escrito que su futuro estaba en el Celta. Iago necesita estar rodeado de los suyos, es como más feliz se siente, y cuando está feliz se le nota en el campo».

Noguerol, que ahora forma parte del cuerpo técnico del Albacete, introduce un matiz: «Era un rapaz con moitas condicións e moita autoconfianza, pero chegar a onde el chegou ten moito mérito e nin el o imaxinaba. Para triunfar no fútbol, además de sorte e condicións, tes que ter desparpajo e personalidade, e eso xa o tiña. Subía a adestrar e non se amilanaba, era igual que lle dixeras algo, el facía as súas cousas. Ten unha confianza moi grande en sí mesmo», comenta mientras recuerda más de una discusión con el moañés.

A los tres, que participaron en la colocación de una primera piedra que ahora es centenaria, no les extraña que haya alcanzado semejante cifra de goles. «¿Que si me lo esperaba? Por supuesto», asegura Jordi con la misma confianza ciega de Dani Abalo: «Iago es capaz de hacer cualquier cosa y todo lo que se proponga lo puede cumplir. Es un objetivo muy complicado, pero que nadie le dé por vencido. De todos modos, hay que valorar los cien goles conseguidos. Es una cifra increíble y más para un jugador como él que no comenzó como delantero centro». Dani se acuerda de los tiempos de Iago de extremo en el juvenil o de media punta en el filial.

Para alcanzar el primer puesto del ránking le quedan 66 goles, ya que Ramón Polo marcó 166 en las doce temporadas (siempre en categorías secundarias) que jugó en el Celta, entre 1923 y 1935. «Esperemos lograr alguno más de los cien, me quedan cuatro años más de contrato», comentó el goleador céltico en Onda Cero. Un tiempo en donde su físico le puede ayudar: «É moi lixeiro e eso sempre axuda cando vas cumprindo anos. Quédalle moito e todo o que faga é bo para consolidar o proxecto da Madroa», sentencia Noguerol.