Balaídos, puerta de entrada a Europa

x. r. c. / m. v. f. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Jiménez, en la parte inferior derecha de la imagen
Jiménez, en la parte inferior derecha de la imagen

El 15 de septiembre de 1971 el Celta debutaba en la Copa de la UEFA ante el Aberdeen escocés

06 mar 2017 . Actualizado a las 14:19 h.

Balaídos fue el primer estadio que albergó un partido de la Copa de la UEFA en Galicia. En septiembre de 1971 y con el Aberdeen, entonces uno de los grandes del pujante (en aquella época) fútbol escocés como rival. El premio a un sexto puesto en la Liga. Con un equipo plagado de gente de la casa. Con muchas similitudes al Celta actual, 4-3-3 como sistema táctico incluido. Lo malo fue que el periplo continental no tuvo demasiado recorrido. Un 0-2 en casa y un 1-0 en Escocia marcaron el punto y final del primer EuroCelta.

«Del equipo escocés se dice que es superior al famoso Celtic», comentaba la previa de La Voz de Galicia sobre el debut continental celeste. Con Harper, el delantero centro que marcó en los dos partidos, como principal amenaza y con varios jugadores que terminaron siendo fijos en la selección escocesa, entonces protagonista y no comparsa como ahora, del fútbol europeo. «Perdimos porque pagamos la novatada, pero ni por juego ni por equipo eran superiores», recuerda Manolo Jiménez el Filomatic, un atacante que el Celta fichó del Barcelona.

Aquel día llovía en Vigo y el infortunio comenzó a cebarse con los celestes en un lance desafortunado. Gost, toda una garantía en la portería, no estuvo afortunado en el golpe franco. El segundo llegó de córner directo. «Tuvimos mala suerte. La lluvia fue la protagonista y nos metieron dos goles que nunca debieron subir al marcador», comenta Rodilla, entonces uno de los más jóvenes del equipo y uno de los grandes futbolistas de la historia del Celta.

La diferencia entre el Aberdeen y el Celta solo estuvo en el marcador. «Cuando el Celta bajó el balón, esperó al contrario y serenó su ánimo, el Aberdeen mostró sus fisuras y tan solo el acierto de Clark y la contundencia de los fornidos muchachos de Escocia impidieron que el Celta anotara algún gol», recogía la crónica del partido.

Pero casi medio siglo después el resultado queda en anécdota, y los protagonistas ponen en valor lo conseguido entonces. «Fue un hito importante en el fútbol gallego, fuimos los primeros que conseguimos clasificarnos para Europa, y en aquel momento el Celta era un equipo modesto y con mucha gente de casa», recuerda Manolo, el gran capitán y el jugador que todavía ostenta el récord de partidos con el Celta. «Ver por primera vez a nuestro equipo en la UEFA fue grandioso, para nosotros y para el club, pero no se le dio la importancia que tenía en su momento. No se le dio el bombo que hoy se le puede dar a esa competición», comenta Juan Fernández, uno de los gallegos que formaban parte de aquel plantel.

Quince días después llegó la vuelta en el Pittodrie Stadium de Aberdeen, en un partido en donde el Celta fue muy superior pero acabó perdiendo con un gol de Harper en el minuto 90 después de que Alarcia parase un penalti. «Tuvimos ocasiones clarísimas en Escocia para remontar, pero no las aprovechamos y ellos acabaron marcando en la única que tuvieron», indica Juan Lezcano. «Le metimos un baño para cuatro goles», añade Jiménez.

En el corazón de Escocia, finalizó la primera experiencia continental del Celta, que hasta 1998 no volvió a disputar la Copa de la UEFA. La misma competición que ahora abraza con otro equipo con el sello de la cantera.