Berizzo sopesa confiar a Aspas el puesto de enganche dada su capacidad para revolucionar el juego, pero teme perder la contención que aporta en la banda
01 mar 2017 . Actualizado a las 20:02 h.«Iago puede ser nuestro diez si el partido lo requiere porque cuando entra, revoluciona». Así puso Eduardo Berizzo sobre la mesa una idea que parece rondarle la cabeza desde hace tiempo. La de retrasar algunos metros a Iago Aspas para que ejerza de enganche cuando John Guidetti o Giuseppe Rossi sean la referencia ofensiva. Una opción que ya probó con éxito, pero que implica tener que buscar una alternativa para el costado diestro del ataque, un puesto en el que últimamente se prodigaba el de Moaña y que lleva de la mano una intensa labor defensiva que el canterano asume como pocos.
En la comparecencia de este martes el Toto detalló que tenía dudas respecto a dónde situar a Aspas. Si confiarle la banda o situarle por detrás del punta. Pero la consideración va incluso más allá de lo que decida ante el Espanyol. «Me gusta lo que sucede cuando Iago juega en una posición libre, pero a veces tiene que ver con la estructura defensiva del equipo. De nada sirve poner a Iago en esa posición si el rival, por tu desacople táctico, te domina». Algo que sucede si la banda diestra no está cubierta correctamente.
Confiar a Aspas la posición que en otros tiempos desarrolló Orellana no es nuevo para el moañés. En realidad, es un regreso a los orígenes, ya que en el Celta B, cuando jugaba, lo hacía como enganche. Fue la llegada de Paco Herrera la que cambió el rol del internacional con España, que pasó a ejercer más de punta.
Alterar el rol de Aspas conlleva pros y contras. A favor está que el moañés es capaz de generar mucho fútbol y crear peligro, y además así se libra de los marcajes y no tiene que verse las caras con los centrales rivales. Dispone de más libertad de movimientos que apostado en la banda, y eso hace que el juego surja de otra manera.
Pero no todo son ventajas. Aspas es hoy por hoy el jugador más enchufado de cara al gol, y si ejerce como enganche se distancia un poco de la portería, el área de influencia donde más daño hace a los contrarios, y un aspecto a tener en cuenta a sabiendas de que es el granero de goles del equipo.
Ya sea como punta, en banda o de enganche, Iago vive una temporada para la que su técnico no escatima en elogios. «Lo que le pasa a nivel futbolístico tiene que ver con sentirse capaz de tirar cualquier desmarque, soportar cualquier marcación, de presionar todo el tiempo. Creo que Iago en esta temporada, y en la pasada un poco, ha demostrado que no solo es un futbolista de ataque, sino que es un futbolista de equipo» capaz de enlazar la elaboración del juego con el ataque sin perder peligro en el área.