Paco Herrera había señalado los dos últimos partidos de la primera vuelta como los encuentros determinantes en los que su equipo debía enmendar errores previos. Finalizar con 21 puntos la primera mitad de la Liga es la meta, y solo se conseguirá si mañana los celestes ganan al Espanyol. El gran problema que se encuentra ahora el equipo vigués es que exhibirá ante los de Javier Aguirre una defensa cambiada al 50%. Herrera ha perdido de una tacada a su lateral derecho y a su central indiscutibles, por los que Vadim Demidov o Jonathan Vila y el joven Jonny se perfilan como titulares en Cornellá- El Prat.
Tras las dudas iniciales suscitadas por la defensa, y a pesar de seguir encajando, la zaga viguesa se había acoplado y exhibía ahora mayor compenetración y contundencia. La solvencia defensiva y la faceta ofensiva de los laterales convencía a Herrera, mientras que Túñez y Cabral se entendían mejor que nunca. El entrenador del Celta, con Jonny como pieza casi fija en el lateral -la otra opción sería reubicar a Bellvís en el perfil derecho- deberá elegir entre reubicar a Vila en el central con Cabral o confiar en la adaptación de Demidov. También Cabral podría desplazarse al central zurdo.