Se alojó en Madrid a través de Airbnb y denuncia que su casera le acosó sexualmente

Jacobo Castro | M.V. REDACCIÓN

GENTE

Un joven estadounidense asegura que la dueña del inmueble le amenzó con dejarlo en la calle sin sus pertenencias si no mantenía relaciones con ella

16 ago 2015 . Actualizado a las 20:40 h.

En los últimos años, con el acceso de casi todo el mundo a Internet y, sobre todo, la delicada situación económica que atraviesa el mundo, han ido proliferando portales para que los usuarios puedan compartir viajes en coche o viviendas con el fin de ahorrar dinero. Sin embargo, nunca sabes con quien te vas a encontrar. Si el joven Jacob López hubiese tenido idea de lo que le iba a ocurrir, jamás hubiese reservado una habitación en una casa a través de estos servicios colaborativos.

El joven llegó a Madrid el 4 de julio, procedente de Estados Unidos. Había reservado una habitación en una casa a través de la plataforma Airbnb. Su casera, amablemente, fue a buscarlo al metro. Pero cuando llegaron a casa todo cambió. Según contó a New York Times, la casera lo encerró en la vivienda, le obligó a quitarse los pantalones y a tener relaciones sexuales con ella si no quería irse a la calle sin sus pertenencias. Posteriormente, le cortó la conexión a Internet y la televisión, y empezó a mover cajones en la cocina, como si estuviese buscando un arma.

El chico, sin saber que hacer, le mandó un mensaje a su madre. Esta, asustada, llamó a la compañía Airbnb para saber donde se encontraba su hijo. Sin embargo, los empleados no le dieron ninguna dirección y la remitieron a un teléfono de la policía madrileña que unicamente emitía una grabación en español, que la mujer no entendía, y que no daba la opción de hablar con nadie. Posteriormente, volvió a llamar a Airbnb y se encontró con el buzón de voz. Según declaró Nick Papas, portavoz de la compañía, al New York Times, ellos creían que ya se había producido el asalto en el momento de la llamada.

El joven consiguió salir del entuerto diciéndole a la mujer que unos amigos suyos le estaban esperando, y que si no aparecía, estos llamarían a la policía. Finalmente, fue capaz de escapar de allí. Ya de vuelta en casa, contó su caso al periódico. «Pensé que o la mataba yo a ella, o ella me mataría a mi». Actualmente se encuentra bajo terapia postraumática. Por su parte, la mujer, niega que forzase al chico a hacer nada, que fue todo consentido y que todo viene porque ella es un transexual, ya que nació hombre, pero se operó para ser una mujer.