Isabel II: 60 años en el trono y sin ganas de abdicar

imanol allende LONDRES / CORRESPONSAL

GENTE

Es la segunda monarca junto a la reina Victoria que alcanza los seis decenios en el trono

07 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La reina de Inglaterra, Isabel II, cumplió ayer sus bodas de diamante como soberana británica, y es la segunda monarca junto a la reina Victoria que alcanza los seis decenios en el trono. Tiene 85 años, pero si tal como prometió ayer no abdica en favor de su hijo Carlos y vive más allá del año 2016, será la soberana que más habrá reinado en la historia de su país. La conmemoración por los 60 años en el trono comenzaron ayer con las tradicionales salvas de los regimientos de artillería. La celebración se extenderá durante los próximos meses con numerosos actos, aunque los eventos más importantes tendrán lugar en junio con un desfile en el que participarán más de mil embarcaciones por el Támesis, a su paso por Londres. Durante los 59 años anteriores, este aniversario fue siempre muy estricto y sencillo. Cada 6 de febrero, la reina lo conmemoraba en privado porque, si bien representa su ascenso al trono, es también la fecha en la que murió su padre, el rey Jorge VI. Este año ha sido distinto. La reina recordó el fallecimiento de su progenitor con una misa privada el domingo, y ayer se dejó ver en varios actos conmemorativos, en los festejos propiamente dichos por sus bodas de diamante como monarca. En un mensaje enviado al pueblo habló de continuar su servicio al país y a sus gentes, lo que recordó a las palabras que pronunció cuando fue coronada con 25 años: «Dedicarme a vuestro servicio». También dijo que se sentía «profundamente conmovida» por las muestras de cariño y, en un tiempo marcado por los brotes que pretenden romper la unidad del país, la reina expresó que espera «que seamos recordados por el poder de nuestra unidad y por la conveniente fuerza de la familia, la amistad y la buena vecindad». Bajo su mandato pasaron doce primeros ministros -David Cameron agradeció «el magnífico servicio» realizado por la soberana, a la que describió como «fuente de sabiduría»- por un país antaño muy distinto, recién salido de una guerra de seis años contra el nazismo y en pleno proceso descolonizador. Isabel II fue testigo además de numerosos cambios a lo largo de su reinado; desde el fin del IRA a la guerra de las Malvinas, pasando por las de Irak y Afganistán.