¿Cuento de hadas o catástrofe?

Agencias

GENTE

Una mirada a las casas reales europeas.

28 abr 2011 . Actualizado a las 13:13 h.

El príncipe Guillermo y Kate Middleton han contraido matrimonio en la abadía de Westminster. ¿Qué casas reales europeas pueden servirles de modelo para una relación estable? A continuación, una mirada sobre las parejas reales más o menos felices.

Reino Unido: ISABEL II Y FELIPE: «The Queen is not amused», o algo así como «a la reina no le hace gracia» es una de las frases citadas a menudo en referencia a la monarca en activo más longeva de Europa. Pero aunque tiene fama de estricta, crítica y un tanto fría, el príncipe Felipe de Mountbatten sí «le hacía gracia» cuando eran adolescentes.

Después se casaron y llevan más de 60 años juntos, aunque las bromas y comentarios del duque de Edimburgo no sean siempre los más atinados. Según el príncipe, el secreto de su larga relación es tener intereses distintos.

CARLOS Y DIANA: La boda de cuento de hadas entre el heredero al trono británico y Lady Diana Spencer, en julio de 1981, fue todo un acontecimiento. Pero en aquel entonces, la joven novia no sabía que sería un matrimonio a tres bandas. Carlos mantenía más que amistad con su gran amor, Camila Parker-Bowles. El matrimonio entre el príncipe de Gales y Diana acabó en divorcio en 1996 y un año después, la princesa perdía la vida en un accidente de tráfico en París. En 2005, Carlos y Camila se casaron.

España: JUAN CARLOS Y SOFÍA: El rey Juan Carlos I debió de impresionar a la princesa griega Sofía con su encanto. «Cuando conocí a mi marido no hablaba una palabra de español y tampoco entendía nada», dijo una vez la monarca. Fue en la boda de los duques de Kent, en 1961, y un año más tarde contrajeron matrimonio con tres ceremonias: católica, civil y ortodoxa. Entre tanto tienen tres hijos -las infantas Elena y Cristina y el príncipe Felipe- y las especulaciones sobre la vida privada del rey son un tema tabú en la prensa española, aunque no en la prensa extranjera.

FELIPE Y LETIZIA: El príncipe heredero Felipe fue considerado durante mucho tiempo el soltero de oro de Europa. Hasta que en 2004 se casó con la periodista divorciada Letizia Ortiz. En un principio, el anuncio causó más irritación que alegría, pero su boda de ensueño seguida por millones de telespectadores dejó claro que los borbones habían entrado en el siglo XXI. El matrimonio tiene dos hijas, Leonor y Sofía. Los rumores sobre la delgadez de Letizia que circulaban hace unos años se han esfumado.

Mónaco: RAINIERO Y GRACE: La dinastía de los Grimaldi se convirtió en blanco de los focos cuando en 1956 el príncipe Rainiero se casó con la estrella de Hollywood Grace Kelly, Gracia Patricia. La ganadora de un Oscar («The Country Girl») nunca consiguió escapar de la prensa rosa. En 1982 murió en un accidente de tráfico. Sus tres hijos, Carolina, Alberto y Estefanía alimentaron también las páginas de la farándula con sus dramas y affaires. Desde la muerte de su padre, Alberto se convirtió en el príncipe Alberto II.

CAROLINA Y LOS HOMBRES: La primogénita se casó joven, contra la voluntad de su padre, con Philippe Junot, 17 años mayor y con fama de playboy. El matrimonio se divorció dos años más tarde. Después, Carolina se casó con Stefano Casiraghi y tuvo con él tres hijos.

Pero Casiraghi murió al chocar su embarcación. Su tercer esposo, Ernesto Augusto de Hannover, ha tenido que enfrentarse a la justicia por presuntas agresiones. Ambos tienen una hija. Alberto, el hermano de Carolina, confesó antes de asumir el mando del principado que tenía dos hijos ilegítimos, con una azafata y con una camarera. El 2 de julio se casa con la nadadora sudafricana Charlene Wittstock, 20 años más joven.

Holanda: BEATRIZ Y CLAUS: Cuando a mediados de los 60 la reina Beatriz de Holanda se fijó en el diplomático alemán Claus von Amsberg, a los holandeses no les entusiasmó demasiado. Tras la Segunda Guerra Mundial, los alemanes no eran los candidatos más valorados. Pero Claus sumó puntos gracias a su amabilidad, y la desconfianza se esfumó. En 2002 falleció siendo uno de los miembros más populares de la casa real.

GUILLERMO ALEJANDRO Y MÁXIMA: El hijo mayor del matrimonio, con el apodo de «príncipe Pilsje» por su aficción a la cerveza, conoció en Nueva York a la carismática argentina Máxima. Supuestamente, fue ella quien primero se fijó en él. Después, él le pidió matrimonio en La Haya sobre unos patines. Máxima sólo tiene una pega: su padre fue ministro en la Junta Militar argentina, en los años 80. Debido a la presión por parte de Holanda, renunció a estar en la boda. Máxima y Guillermo Alejandro tienen tres hijos y se les considera una pareja muy feliz.

Dinamarca: MARGARITA Y ENRIQUE: La reina Margarita II sigue hablando de amor a primera vista cuando cuenta cómo en los años 60 conoció en Londres al diplomático Henri de Laborde, conde de Monpezat. En 1967 se casaron en Copenhague. Para ello, el conde tuvo que cambiar de nombre (Henri por Henrik, aunque en español se le conoce como Enrique), de confesión, de nacionalidad y de lengua. Sólo en 2002 la situación le superó: no pudo sustituir a la reina durante su enfermedad porque las leyes no le otorgaban ese derecho.

FEDERICO Y MARY: El príncipe heredero Federico y la princesa Mary, procedente de Australia, son considerados una pareja feliz.

Mantuvieron su relación en secreto durante mucho tiempo y entre tanto tienen cuatro hijos. En su primer encuentro, durante los Juegos Olímpicos de Sydney, el príncipe ocultó a la entonces relaciones públicas Mary Donaldson su árbol genealógico. «Soy Fred, de Dinamarca», le dijo. Mary es actualmente un icono de la moda en su país.

Noruega: HARALD Y SONJA: El rey Harald de noruega se casó, tras una dura disputa, con su amor de juventud Sonja Haraldsen. Durante años, el atlético príncipe tuvo que convencer a su padre de que la hija de un empresario era la adecuada para él.

HAAKON Y METTE-MARIT: También el heredero, Haakon, tuvo problemas con su novia. Mette-Marit tenía fama de fiestera y además ya tenía un hijo. Pero Haakon se enfrentó a la resistencia de su familia y de sus compatriotas y ambos se casaron. La pareja se ha ido ganando poco a poco la simpatía de los noruegos y forman una familia moderna con tres hijos.

Suecia: CARLOS GUSTAVO Y SILVIA: La boda del rey Carlos Gustavo y la alemana Silvia Sommerlath fue todo un acontecimiento para ambos países en 1976. La pareja se había conocido cinco años antes, durante los Juegos Olímpicos de Múnich. Carlos Gustavo, que ya reinanba, tuvo suerte con la elección de una novia civil: Si hubiera sido aún príncipe tendría que haberse casado con una mujer de raíces nobiliarias.

VICTORIA Y DANIEL: El rey Carlos Gustavo fue menos tolerante cuando supo que su hija mayor y heredera se había enamorado de su entrenador de fitness Daniel Westling. Victoria tuvo que esperar casi 10 años para su boda, que finalmente se celebró en junio de 2010. Pero la alegría de unos se ensombrece en el caso de Carlos Gustavo y Silvia: según una biografía del rey, el monarca acudió en el pasado a fiestas de círculos poco recomendables.