Abuelos a los 43 años

Por Pablo Portabales

GENTE

03 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Una pareja a contracorriente

Pasamos la juventud entre casetes de Dire Straits y regates de Butragueño. La mayoría de los que aprendimos con Eva Nasarre lo que era el aeróbic y nuestra experiencia más transgresora fue escuchar a Siniestro Total transitamos ahora por esa etapa de sacar adelante a los hijos. Crecimos con Mazinger Z y criamos con Bob Esponja. Esta semana en la que dimos la bienvenida a abril conocí a una pareja de esa generación en torno al 68 que se sale de la norma. Acaban de estrenarse como abuelos. «Tuvimos a nuestra primera hija, Tatiana, con 17 años. Ahora tiene 26 recién cumplidos y el pasado 2 de diciembre trajo al mundo a Diego, su primer hijo, nuestro primer nieto», explica Emilio Sosa Martín, de 43 años, que trabaja en una notaría. Su esposa, Conchi Molinelli Barba, que regenta una librería en la localidad coruñesa de Cambre, tiene los mismos años. Antes era más habitual, pero ahora resulta chocante encontrarse a unos abuelos con la misma edad que la mayoría de padres que hay por los parques infantiles. «Es lo que me comenta todo el mundo», apunta el joven abuelo. La conversación habitual de Emilio cuando pasea con el pequeño es: «¿Tuvisteis un chaval? No, es mi nieto. ¿Cómo que nieto? Si yo soy padre de niños y tengo la misma edad que tú». Los abuelos se casaron con 17 y la madre con 23. «Es tradición familiar. Lo llevamos en la sangre. Nosotros la animamos a tener descendencia porque ya llevaban dos años casados... Somos muy niñeros», asegura sonriente el abuelo, padre de dos jóvenes más, de 21 y 17 años. «Estoy acostumbrado a ir a contracorriente porque con 20 añitos ya iba a las reuniones del colegio», recuerda. La más feliz es la tatarabuela, Luisa Iglesias, que tiene 96 años.

La abuela de España

Conchi y Emilio pueden presumir de ser abuelos jóvenes, pero del título de abuela de España solo lo puede tener la actriz María Galiana. Desde hace casi una década es Herminia en la serie Cuéntame. El pasado sábado estuve con ella en los camerinos del Teatro Colón de A Coruña. Bueno, con María y con la gallega Berta Ojea, que llevan dos años juntas por España adelante representando la obra Fugadas. «Esta es la última función, en total 203», cuenta María. «Después de tanto tiempo nos hemos hecho muy amigas y el próximo fin de semana ya quedamos en Huelva», me dice Berta. Lo de quedar en tierras onubenses es porque María es de Sevilla y le queda cerca y Berta está rodando allí una película a las órdenes de Benito Zambrano.

Un cóctel viajero

Una delicia escuchar al escritor Javier Reverte hablar de sus viajes de dos o tres meses por el mundo. Sin más compañía que unas libretas y una pequeña maleta. Sin móvil ni ordenador y sin destino fijo. Las cerca de 200 personas que se acercaron a escucharlo lo siguieron con atención. Fue la charla que sirvió para presentar la primera delegación en Galicia de la agencia de viajes Nuba, que ofrece servicios de alto nivel para gallegos de poder adquisitivo alto. El aparcamiento estaba lleno de Cayennes. Saludé a la secretaria xeral de Turismo, Carmen Pardo, al presidente de la Autoridad Portuaria de A Coruña, Enrique Losada, y, por supuesto, a los responsables de esta nueva agencia, entre ellos su consejero delegado, Pablo de Juan. Después se sirvió un cóctel tan abundante como sabroso en el que las conversaciones trataron sobre destinos de ensueño y las próximas elecciones municipales. Cuando se habla de viajes de 5.000 euros para arriba no hay lugar para la crisis.