La duquesa de Alba, en bikini a los 84 años

Josemi

GENTE

La aristócrata no tiene reparos en lucir su silueta en las playas de Ibiza, donde los medios la han fotografiado sin su habitual acompañante

13 ago 2010 . Actualizado a las 19:58 h.

Jueves

Palma está en crisis

Palma arde en fiestas, aunque yo veo menos animación en las calles, muchos menos barcos en el mar, muchos barcos en los pantalanes, demasiadas ofertas en venta y pocas de compra. La galería Pelaires reunió a una enormidad de gente en su tradicional fiesta de verano, este año sin cena sentada, con un cóctel en Marchica y una exposición de Bernardi. Entre los invitados Petra Mateos, Juan Buades, Cristina Macaya, artistas mallorquines, gente de la cultura y políticos. Yo ceno en casa de los marqueses de Mondéjar, en el centro de la isla. Alguien me llama para comentarme que la madre de la presentadora Fiona Ferrer ha increpado a la prensa en la puerta de la iglesia donde se celebraba el funeral por su marido, acusado de una estafa de trece millones de euros.

Viernes

La duquesa en bikini

Ala reina doña Sofía le han prestado los franceses de Peugeot un coche electrónico, bastante feo, por cierto. Hay cosas a las que no me acostumbraré nunca. Veo las fotografías de la duquesa de Alba en bikini y pienso que nadie medianamente normal, en su sano juicio, exhibe su cuerpo públicamente, sin ninguna necesidad a una edad y en un momento como el que vivimos, donde la imagen es tan importante. Hay que tener medida para todo. Y medidas son las que ha tomado O'Connor, el hijo de Tom Cruise. ¿Qué habrá visto o intuido el chico para abandonar la cienciología? Son gente muy pesada y muy manipuladora.

Sábado

Letizia, sin vacaciones

La Princesa de Asturias pregunta a un periodista si cree que lo suyo son vacaciones. El periodista se ofrece a cambiarse por ella. A la Princesa le pasa lo que a mí. Yo, señora, no tengo vacaciones. Yo me voy de veraneo. Cambio de «postoiro» que es una palabra muy nuestra y muy bonita. Y yo, con mucho respeto, le digo a su alteza que cuando se desespere, haga lo que yo y piense en los que están verdaderamente desesperados. Su veraneo son para ellos unas vacaciones que no han soñado nunca. Y esto no es demagogia. Es la realidad. Y con mi verdad me voy a Flanigan de Portals, donde recibo a un centenar de invitados en algo que sin proponérmelo, ni darme casi cuenta, se ha convertido en un clásico del verano mallorquín.

Domingo

Inauguración en Mallorca

Me traslado a cala Ratjada, donde la Fundación Bartolomé March me ha convidado a la inauguración de la gran obra de recuperación de los jardines de la gran casa, en su día una atalaya para defensa de la isla, que fueron destruidos en el año 2001 a causa de un tornado con la caída del sol. Llegaron en helicóptero sus Majestades los Reyes. Don Juan Carlos y doña Sofía, que fueron recibidos por el presidente de la fundación, Beto Salazar-Simpson, la vicepresidenta Marita March, su marido, Alfonso Fierro, y sus hijos, además de las autoridades insulares y el alcalde de Capdepera. Los Reyes recorrieron en un coche de golf los maravillosos jardines, llenos de esculturas. Después de los discursos de rigor, los Reyes departieron, durante el cóctel posterior, con los invitados, entre los que recuerdo a mucha gente mallorquina relacionada con el arte, como el galerista Joan Guaita, los Fuxá, el arquitecto Pablo Carvajal, los Zaforteza, el empresario azucarero Pepe Fanjul y el financiero Alberto Alcocer. Saludé a los empresarios Jesús Quintanal, Javier Merino, Sabina Fluxá, Antonio Escámez, Eladio Pérez, José Luis Navarro, George Snura y Emilio Novela. La banda de música de Capdepera sonó en los jardines y empezó su repertorio con el pasodoble Puenteareas, que me recordó que a mediados de mes me trasladaré a La Toja. Este año, el Año Santo es causa más que suficiente para que suprima mi periplo en Ibiza, que, por otro lado, ya visité en julio, y Marbella, a la que voy durante todo el año con cierta frecuencia. De momento, todos los días salgo a navegar, todos los días tengo cenas con gente divertida e importante y soy una persona afortunada que no tiene vacaciones, pero sí gozo de un verano extraordinario.

Lunes

Sasha, vestida de carnaval

Michelle Obama vino a Palma de Mallorca con un enorme despliegue de seguridad. Grandes coches habían llegado en un barco, para su traslado desde el aeropuerto al palacio de Marivent. Poca curiosidad y ningún entusiasmo. Yo, particularmente, a ella la encontré bien arreglada para la ocasión y equivocada al vestir a su niña de carnaval con un tutú amarillo, que el que lo fabricó y se lo vendió debía haber sido detenido, juzgado y condenado por mal gusto. Poco apropiada estuvo la primera dama americana al acceder a los deseos de la disfrazada a que posase junto a los Reyes y a la Princesa de Asturias, cuando no estaba ni previsto ni pactado. Tampoco venía a cuento que estuviese por medio. Esto tiene una explicación y es muy sencilla. Evitando la fotografía, se evitarían los comentarios, para que no sucediera lo mismo que pasó con las niñas góticas del presidente Rodríguez Zapatero. Pero la señora Obama al final no ha decepcionado. Ella no tiene una hija gótica, pero sí una hija bailarina. Llegó, cumplimentó, almorzó, vio la vista y desapareció. No Fortuna ni Valldemosa, ni la Catedral, ni Cabrera, ni nada de nada. Tampoco en Marbella acudió a la gala Starlite. Michelle Obama vino, lo que fue una suerte para el Hotel Villa Padierna y para el nombre de Marbella, para la Alhambra de Granada y para la promoción turística de España.