Gitanas, magistradas y mujeres ejecutivas de Galicia, medallas Pardo Bazán 2023

La Voz A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

MIGUEL MIRAMONTES

La Xunta entregó las distinciones en un acto en la fábrica de tabacos de A Coruña, hoy sede judicial, y en 1857, de la primera huelga de mujeres de España

19 sep 2023 . Actualizado a las 22:13 h.

La fábrica donde 4.000 cigarreras cocieron la primera huelga de mujeres de España acogió ayer, reconvertida en edificio judicial —sede de la Audiencia de A Coruña— el acto de entrega de las medallas Emilia Pardo Bazán, instauradas hace cinco años por la Xunta para reconocer el trabajo de personas y organizaciones en defensa de la igualdad. El jurado, reunido en Santiago el 10 de julio, decidió distinguir a la Fundación Secretariado Gitano, la Asociación de Executivas de Galicia y la magistrada y delegada de igualdad de la sala de gobierno del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, María Teresa Cortizas González-Criado.

Fue la jueza quien encuadró el estado de la cuestión al recordar una anécdota de sus primeros años de carrera. «Vou pedir que se sitúen en 1992. Ao acabar de traballar o meu compañeiro do xulgado número 1 e máis eu tomabamos algo na praza do concello. Pasaban os veciños e ían saudando: “Boas tardes, señoría e compañía”. A ninguén se lle pasaba pola cabeza que, con 27 anos, eu puidese ser xuíza», relató María Teresa Cortizas antes de volver al presente para embridar la tentación de celebrarlo: «Hoxe seguen entrando no meu despacho e preguntando polo xuíz», dijo.

Los estereotipos son robustos, aunque el 71 % de la judicatura en Galicia esté formada por mujeres. «Tiveron que pasar 190 anos para que se nomeara á primeira maxistrada do Tribunal Supremo, no 2012», añadió. Y las «excedencias ou adaptacións de horario para atender a un menor ou a un familiar ascendente —afirmó— cóllenas maioritariamente mulleres (...). Díxollo José Pardo á sua filla Emilia: “Mira, filla, os homes somos moi egoístas, e se che din algunha vez que hai cousas que os homes poden facer e as mulleres non, di que é mentira, porque non pode haber dúas morais para dous sexos”. Sigamos defendéndoo, é unha cuestión de xustiza social», concluyó la magistrada.

La música de Guadi Galego y Guille Fernández, que interpretaron Matriarcas, abrió el acto. Sara Jiménez, presidenta de la Fundación Secretariado Gitano, el hilo de los discursos. Habló de los niños gitanos que acaban la ESO, 4 de cada 10; de la pobreza que condena al 86 % de las familias, y del paro, que triplica la media española. «Las mujeres gitanas sufrimos discriminación múltiple: en nuestro pueblo por ser mujeres, cuando salimos a la sociedad por ser gitanas», señaló. A ellas le dedicó la medalla, «a las que están promoviendo el cambio dentro de mi pueblo», reconoció la presidenta de la organización, que atendió a 1.346 personas en las siete ciudades el año pasado, antes de despedirse con el saludo internacional gitano: «Salud y libertad».

Más «empoderadas», líderes y vanguardia del talento de Galicia, como defendió al final el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, la Asociación de Executivas de Galicia hizo valer su poder a través de Clara Reyes Uschinsky al reclamar un nuevo marco legislativo en materia de corresponsabilidad y ofrecer a la sociedad y a las Administraciones sus ideas, capacidad de trabajo y cohesión, su espíritu crítico, para avanzar en soluciones. «La igualdad debe dejar de ser una medalla que se quita cuando las cámaras se han ido», alertó la presidenta de Executivas, que aludió al directorio de mujeres referentes en sus sectores profesionales que se ha convertido en el proyecto estrella de la asociación.

Alfonso Rueda cerró el acto con una semblanza de Pardo Bazán, «unha muller nobre que se quixo complicar a vida defendendo causas xustas», y una mención a Benito Jerónimo Feijoo, fraile benedictino de Pereiro de Aguiar autor de la obra Defensa de las mujeres. «No século XVIII el abriu un camiño que outras e outros seguiron, con razón e paixón, como se consiguen as grandes empresas», propuso el presidente del Gobierno gallego, que animó a «seguir esta loita inacabada».