Los incendios de Valdeorras y O Courel son ya los mayores de la historia en Galicia

Manuel Varela Fariña
Manuel Varela REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Ambos superan las 10.000 hectáreas y siguen descontrolados tras el aumento de temperaturas

21 jul 2022 . Actualizado a las 07:20 h.

Nunca en el monte gallego se habían consumido tantas hectáreas en un solo incendio como durante la última semana. Hoy se cumplen siete días de la extraña tormenta eléctrica que repartió 6.000 rayos y muy pocas gotas por toda la comunidad, lo que desembocó en 55 fuegos distintos, varios de ellos aún activos, como los de O Courel y Valdeorras. Las llamas se propagan con velocidad una semana después, aprovechando unas condiciones cambiantes, especialmente por el viento, y unas temperaturas que vuelven a ser muy elevadas, por encima de los 35 grados durante el día tras el ligero descenso del martes. Aquella rebaja en el termómetro no fue suficiente para frenar el imparable avance del fuego sobre una superficie muy caliente y una vegetación que, tras semanas de sequía, le sirve de combustible para seguir consumiendo terreno.

Los incendios arrasaron ya más de 30.000 hectáreas. Cientos de efectivos luchan por mitigar las llamas, descontroladas en los grandes focos de O Courel y Valdeorras. En el primero, donde tres incendios terminaron por agruparse y hay un cuarto muy próximo que lleva consumidas 1.100 hectáreas, alcanza las 10.500. El de Carballeda de Valdeorras, que se esparce por el concello de O Barco, la provincia de León y el Parque Natural Serra Enciña da Lastra, la cuenta es similar. Ambos son ya los mayores incendios desde que hay registros en Galicia debido, sobre todo, al comportamiento del fuego y el uso del territorio, con cada vez mayor aprovechamiento forestal que agrícola.

Más que en el 2006 y 2017

Sin tierras de pastos o cultivos que sirvan de cortafuegos naturales, los incendios abarcan superficies más amplias. El Ministerio para la Transición Ecológica cuenta con registros anuales que se remontan hasta 1968, doce años después de que el Gobierno comenzase a sistematizar los datos estadísticos de incendios. Esa ventana al pasado permite comprobar que Galicia era ya entonces la comunidad con mayor exposición al fuego, llevando a crear una norma específica —ley de Montes en Mano Común— en 1980 para paliar este problema. Se recogen desde entonces diversas olas de incendios, como la que afectó a la comunidad entre el 10 de agosto y el 20 de septiembre de 1987, con 2.542 focos. O los 5.086 que arrasaron 54.620 hectáreas en 1981. Pero en muy pocas ocasiones figuran incendios gallegos entre los más virulentos del país —y nunca por encima de las 3.000 hectáreas—. Sí aparecen los de la zona mediterránea, que consumen superficies similares a las que arden estos días en Galicia y, además, en condiciones climatológicas de sequía, viento y temperatura muy parecidas.

Los fuegos de O Courel y Valdeorras superan así los picos alcanzados en el 2006 en Cerdedo (7.316 hectáreas) y en la ola que azotó especialmente al sur de Pontevedra en el 2017, con focos como el de Ponteareas, con 8.877.

También se sitúa entre los más graves el del Parque do Invernadeiro, en Vilariño de Conso, que ayer elevó la superficie calcinada a 4.000 hectáreas. En Oímbra, donde entraron tres focos distintos desde Portugal, la situación era ayer «máis calmada» que el día anterior, en palabras de su alcaldesa Ana Villarino, si bien los tres siguen en activo tras consumir más de 2.500 hectáreas

Vuelven los evacuados

Al menos el 90 % de los 1.400 desalojados por los incendios pudieron volver a casa, según la Xunta. La proximidad de las llamas obligó a desalojar a más de 900 personas en unos 60 núcleos de población de O Courel. En Valdeorras hubo que evacuar a casi 500 de alrededor de 20 aldeas.

Fuegos extinguidos

A las 19.19 horas de ayer se declaró extinguido el mayor incendio que afectaba a la parroquia de Noceda, en Cervantes (Lugo). A esas 182 hectáreas quemadas se suman las 65 del foco de Cereixedo, estabilizado, y las menos de veinte de O Castro, que permanece controlado. La noche anterior se apagó también el de la parroquia de Donís (75 hectáreas). En Pontevedra quedó extinguido el de O Piñeiro, en Covelo, ayer a las cinco de la tarde.

Carreteras cortadas y reanudación de la línea de alta velocidad

Las comunicaciones siguen sin estabilizarse en la zona. Los fuegos causaron cortes ayer a las 19.15 en la N-536 a la altura del km.34, en el límite entre O Barco y León, por un incendio en esta provincia. Se estableció un desvío por la N-120 en Carballeda de Valdeorras y en El Puente de Domingo Flórez, en León. Un cuarto de hora después, se cerró la N-532, que une Verín con la frontera portuguesa, ya que la proximidad de un incendio no hacía seguro circular por ella. El desvío se efectúa por la autovía A-75.

El tramo de alta velocidad ferroviaria entre Madrid y Galicia que permanecía cortado por el incendio de Losacio, en Zamora, reabrió ayer por la mañana. Los trayectos se habían reanudado el martes tras suspenderse un día antes, pero el tramo entre Zamora y la estación de Sanabria, de unos cien kilómetros, debía realizarse por carretera. Al pasar el peligro por las llamas y el humo en la zona de las vías del AVE, se permitió de nuevo el paso de trenes por este tramo.