Nuria Rodríguez, presidenta de la Federación de Salvamento: «Si queremos socorristas, hay que darles más días de trabajo»

b. casal REDACCIÓN

GALICIA

La presidenta de la Federación de Salvamento e Socorrismo de Galicia, Nuria Rodríguez
La presidenta de la Federación de Salvamento e Socorrismo de Galicia, Nuria Rodríguez MARCOS MÍGUEZ

Rodríguez señala que a muchos interesados no les compensa sacarse el curso de formación porque no lo amortizan

30 jun 2022 . Actualizado a las 15:41 h.

El déficit de socorristas que enfrentan las playas gallegas crece con cada verano que pasa. Nuria Rodríguez, presidenta de la Federación de Salvamento e Socorrismo de Galicia, pone el foco en los pocos días que trabajan los que vigilan los arenales, y pide mejorar las condiciones del sector. En su opinión, llegar a los jóvenes que compaginan trabajo estival y estudios no es suficiente: también hay que atraer a otros perfiles.

—Este verano será el primero sin restricciones después de la llegada del covid. ¿Están preparados los concellos para un aumento de gente en las playas?

—Todos intentan contratar en tiempo y forma, pero cada vez hay mayor déficit de socorristas. Las temporadas estivales no empiezan el mismo día y a veces depende de cuándo se encuentra al personal necesario.

—Entonces, ¿no se contratará a más personal que en el 2021?

—Aquí la cuestión es que no hay ninguna legislación ni normativa que regule el número de socorristas que tiene que haber en cada playa. La única que puede influir algo es la bandera azul, que recomienda tener dos socorristas a cada una que tenga el distintivo. Nadie le obliga a los concellos a tener un número determinado, que es algo que sí pasa en las piscinas. Al final queda a su criterio en función de lo que consideren o del personal que puedan conseguir.

—Algunos municipios ya están haciendo contratos fijos discontinuos para este verano.

—Lo que están haciendo es adaptarse a la reforma laboral. Las empresas privadas ya trabajaban así, pero a muchos socorristas no les interesa. Estamos hablando de un trabajo estival y no quieren perder indemnizaciones. Desde fuera sí, son funcionarios, pero para ellos no es tan buena idea como parece. Además, ellos saben que de un año a otro siempre los van a volver a contratar porque siempre hay trabajo.

—Quizá sea una buena idea para que los concellos se aseguren el personal de un verano a otro.

—En la práctica tampoco les sirve porque no se aseguran gente. De cada 50 socorristas, 20 lo dejan de un año a otro porque encuentran un trabajo de invierno. Al final da igual cómo lo plantees porque es así.

—¿Cómo se atrae a más gente?

—Está la opción de aligerar las horas de formación que se les piden a los que se sacan el título de socorrista. Son muchas y eso desanima a muchos chavales, pero en este momento es inviable porque una vez que tienes esas horas no las vas a bajar. Nosotros lo que pedimos es mejorar las condiciones: si queremos socorristas, tenemos que darles más días de trabajo y ofrecer un sector más atractivo para que les compense las horas de formación que invierten. Así también abriríamos una vía de trabajo para otros perfiles y conseguiríamos que no fuese solo para los que compaginan el socorrismo con los estudios.

—¿Cuáles son las condiciones actuales de sus contratos?

—Las empresas privadas se rigen por el convenio de instalaciones deportivas y gimnasios, y el sueldo ronda los 1.270 euros brutos al mes. Y los concellos pues depende: unos pagan más y otros menos. En cuanto a los días de contratación también varía. Los concellos pequeños que se acogen a las ayudas de la Xunta, como Laxe o Rianxo, solo pueden contratar máximo dos meses. Algunos combinan estas ayudas con partidas propias y a lo mejor tienen dos socorristas con ese dinero y tres por su cuenta, así que varía. Luego hay otros que ya están haciendo fijos discontinuos, como Oleiros, que está en los 93 días. Al final hablamos de máximo tres meses de trabajo.

Denis González, socorrista: «El primer verano no vas a amortizar ni el dinero, ni las horas de formación»

Ocho veranos lleva Denis González como socorrista. En su caso en la playa del Orzán (A Coruña), cuya vigilancia compagina con su trabajo en la Universidade da Coruña. «Empecé compaginándolo con los estudios cuando tenía 20 años y ahora, si no fuese por el margen que me da mi trabajo durante el verano, no podría seguir como socorrista», explica Denis sobre un empleo que no se entiende sin su parte vocacional. «Hay compañeros que empiezan y de un año a otro lo dejan porque encuentran algo que los mantiene todo el año. Por mucho que te guste, no puedes dejar otro empleo por tres meses de verano», añade.

Denis señala que con las condiciones que tienen —poco tiempo y «unos salarios que no son desmesurados»— hay a mucha gente a la que no le compensa sacarse el curso para ser socorrista. Él lo hizo hace años y pudo convalidarlo, pero los que empiezan tienen que dedicarle más tiempo. «El primer verano no vas a amortizar ni el dinero, ni las horas de formación. A la larga sí, pero este no es un trabajo para la larga. Al final son solo tres meses y para gente que normalmente está estudiando. O que, como yo, puede compaginarlo con otra actividad», apunta el socorrista.

En los arenales coruñeses el servicio está privatizado y Denis comenta que en general todos sus compañeros están satisfechos. «Nunca he trabajado para un concello, pero por lo que veo que pasa como con todo: hay ventajas y desventajas», indica. «Aquí hay cosas que con la empresa puedes negociar y con un concello no, como por ejemplo los turnos. En un contrato público ya tienes las condiciones mucho más cerradas y aquí hay cierto margen», reflexiona.

¿Y en cuánto al futuro como socorrista? «Ahora mi situación es propicia para seguir, pero para el día de mañana es difícil saberlo».