El nuncio apostólico leyó el decreto al término de los actos religiosos de apertura de la Puerta Santa
02 ene 2021 . Actualizado a las 00:07 h.Hubo sorpresa, y muy positiva, en la ceremonia de apertura del año santo del 2021. El enviado del papa Francisco, el nuncio Bernardito Auza, leyó al término de la liturgia en la catedral el decreto de la Penitenciaría Apostólica por el que los beneficios religiosos del jubileo se prorrogan durante el año 2022 debido a las circunstancias especiales de la pandemia del covid-19. Esta era una demanda unánime desde Galicia, abanderada por el Arzobispado de Santiago ante Roma, así como por la Xunta y el Concello, para facilitar la presencia en Santiago de peregrinos y visitantes una vez que sea superada la pandemia. El arzobispo, Julián Barrio, agradeció al papa, al concluir los actos religiosos, la ampliación del año santo, que por primera vez durará dos años en vez de uno.
Fuentes próximas al Arzobispado de Santiago no ocultaban este mismo jueves su optimismo tanto sobre el visto bueno de Roma a la petición de ampliación del año santo al 2022 ni tampoco a la posibilidad de una visita del papa Francisco. Bergoglio ya ha manifestado su voluntad de visitar Galicia en cuanto lo permita la situación sanitaria, ahora con un margen temporal duplicado para este Xacobeo, y sobre la ampliación del año santo quedaron cortas las expectativas que apuntaban a una prórroga hasta el 25 de julio del 2022. Así, la Puerta Santa permanece ya abierta desde este jueves hasta el 31 de diciembre del 2022.
El decreto, que obedece al mandato del papa Francisco, está firmado en Roma con fecha del 1 de diciembre por el cardenal Mauro Piacenzza, penitenciario mayor, y argumenta la prórroga durante el 2022 del año jubilar 2021, «teniendo en cuenta la pandemia covid 19, tratando de evitar aglomeraciones, prohibidas o no aconsejadas, buscando la gloria de Dios y del apóstol Santiago, patrón celestial del Reino de España, y procurando el consuelo espiritual de los fieles». En el documento, la Penitenciaría Apostólica señala que, de esta forma, se atiende la petición expuesta por el arzobispo Julián Barrio el pasado 2 de junio.
La apertura de la Puerta Santa
Apenas dos horas antes del anuncio realizado por el arzobispo filipino Bernardito Auza, Galicia abría las puertas al «mellor Xacobeo posible» con tres golpes de martillo. El rito tradicional en la Catedral de Santiago dio comienzo al año jubilar, que en su vertiente civil, la turística y cultural, quiere ser motor de recuperación en cuanto las limitaciones de movilidad impuestas por la pandemia lo permitan. Las expectativas para calentar económicamente el 2021 se sitúan entre la Semana Santa y el verano, y aunque los primeros peregrinos ya cruzaron la Puerta del Perdón, este no será, al menos en su primer año, el Xacobeo de los récords, como era lo normal desde hace tres décadas, sino del impulso para la vuelta a la normalidad, acompasado con la superación de la crisis sanitaria.
Los actos de apertura de la Puerta Santa se prolongaron durante casi cuatro horas con todo el rigor y solemnidad del rito religioso, similar al del último año santo, el del 2010, con la brillantez añadida del escenario catedralicio en todo su esplendor tras una década de minuciosa restauración pero con las limitaciones requeridas por las medidas sanitarias, que en el interior de la basílica, aparte de las autoridades, redujeron la asistencia a apenas setenta personas en la zona del claustro para seguir la ceremonia por televisión.
El mal tiempo y las limitaciones por el covid retrajeron la afluencia de público a la Praza da Quintana, donde pasadas las 16.30 se inició la procesión de la comitiva religiosa, encabezada por el arzobispo Julián Barrio, los cardenales Carlos Osoro y Rouco Varela, y el nuncio Bernardito Auza, entre otras autoridades, previa a la apertura de la Puerta Santa. Tras el saludo de Julián Barrio ante el delegado regio, Alberto Núñez Feijoo, y los representantes civiles, entre los que se encontraba la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, los primeros aplausos fueron para el mensaje del papa Francisco, leído por el nuncio, que se refirió al caminar como proceso de conversión y, citando a Machado, «una experiencia existencial en la que la meta es tan importante como el camino mismo». El papa apeló al esfuerzo de ir «ligeros de equipaje, sin apegos y vivir en continua tensión hacia ese anhelado encuentro con el Señor». En su mensaje de inspiración jacobea en el que no faltaron las referencias al pórtico de la Gloria, al abrazo al Apóstol y al botafumeiro, Francisco dijo que la peregrinación a la tumba del Apóstol se convierte «en una llamada a la misión, a convocar a todos a esa patria hacia la que avanzamos».
Los tres golpes de martillo
Las campanas de la catedral ponían sonido a las 5 de la tarde cuando el arzobispo, con el martillo de plata y madera de encina realizado en el 2016 por un orfebre de Munster y donado por un matrimonio alemán, inició el acto simbólico de apertura de la Puerta Santa, esta vez, al igual que en el año santo de la Misericordia, sin que los tres golpes fuesen acompañados del derribo de la tapia interior, una medida que trata de evitar cualquier daño a esta parte también restaurada de la basílica.
Después de traspasar la Puerta Santa, la comitiva se encaminó al altar mayor, donde se celebró la eucaristía y en la que voló el botafumeiro por segunda vez (la primera fue el miércoles, en la ofrenda de la Traslación) desde la «reinauguración» de la catedral. En su homilía, Julián Barrio se refirió a las circunstancias especiales del comienzo de este año santo, «que hemos de afrontar con la esperanza cristiana, que es audaz y sabe mirar más allá de la comodidad personal de las pequeñas seguridades y compensaciones que acortan el horizonte para abrirse a grandes ideales que hacen la vida más digna». En su exhortación final, Barrio agradeció el mensaje del papa y la colaboración de todas las instituciones para «unha fructuosa celebración do ano santo e a unha agarimosa acollida do peregrino».
Protagonismo musical
Este año santo, que lleva por lema «Sae da túa terra, o Apóstolo espérate», comenzó con más acompañamiento musical que nunca, tanto en la parte religiosa como al término de la ceremonia. Fueron interpretadas a lo largo de los actos religiosos varias composiciones encargadas para la ocasión al gallego Juan Durán, que contó con un coro, órgano y un quinteto de metales. En este bloque hubo dos fanfarrias y distintos cantos litúrgicos, entre los que sobresalió el motete que lleva por título el lema de este año jubilar.
Al término de los actos litúrgicos llegó el turno del gaiteiro Carlos Núñez, con una interpretación en la basílica antes de dar paso a la proyección de un vídeo documental en el que una treintena de artistas y personalidades de la cultura de fama internacional dieron la bienvenida al Xacobeo. Entre estos se encontraban músicos de la talla de Alejandro Sanz, Julio Iglesias, Amaral, Rozalén, Andrés Suárez, The Chieftains, Iván Ferreiro, Glen Hansard, Cristina Castaño o Xabier Díaz, entre otros, además de escritores como Manuel Rivas o Paulo Coelho. Finalmente, Carlos Núñez interpretó dos piezas en la Praza da Quintana, ante la Puerta Santa, lo que puso punto final a los actos oficiales para dejar paso a los primeras personas que esperaban para ganar el jubileo en la catedral.