La USC prioriza la docencia presencial y cada centro deberá prever medidas para tres posibles escenarios

Miriam García
M. G. SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Imagen general del Campus Vida, en la zona sur del área universitaria de Santiago
Imagen general del Campus Vida, en la zona sur del área universitaria de Santiago PACO RODRÍGUEZ

Los horarios y contenidos deberán ser los mismos al margen de la presencia o no de alumnos en las aulas físicas

03 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos son las grandes premisas con las que la Universidade de Santiago planifica el próximo curso: respeto absoluto por el carácter presencial —«somos unha universidade presencial e querémolo seguir sendo», asegura la vicerreitora de Titulacións, María José López Couso— y la flexibilidad, para atender a las diferencias entre las titulaciones que se imparten en sus campus.

La USC plantea tres posibles escenarios en función de la situación sanitaria para el próximo curso: normalidad adaptada, con docencia mayoritariamente presencial; distanciamiento, con la formación presencial conviviendo con la virtual; y confinamiento, todo virtual. Cada uno de los centros deberá perfilar a lo largo de este mes sus horarios y programaciones adaptadas a cada uno de estos tres posibles contextos, eso sí, incidiendo en la importancia de garantizar la máxima presencialidad también en el caso de que la situación sea la de distanciamiento.

El 30 % de la nota final será por evaluación continua

Pese a que cada escuela o facultad deberá establecer su propio plan para el curso 2020/21 en función del alumnado, propias características de la formación y las instalaciones, el documento de las Directrices para o desenvolvemento dunha docencia presencial establece unas pautas generales. Una de ellas es, «con carácter xeral, prever a avaliación continua formativa acaída á realidade de cada titulación, ben como un criterio de avaliación ben combinada con probas finais». Se recomienda que, como mínimo, este tipo de evaluación represente el 30 % de la calificación final. En cuanto a los horarios, la propuesta es elaborar uno único que permita adaptarlo a los tres posibles escenarios en función de la situación sanitaria de cada momento. «Van ser os condicionantes sanitarios os que marquen en que escenario imos comezar o curso o 21 de setembro», afirmó López Couso.

Además, los objetivos por cada asignatura serán los mismos en los tres escenarios, aunque cada departamento valorará si es necesario modificar contenidos respecto a cursos precedentes para posibilitar una mejor adaptación en caso de pasar de la docencia de presencial a la virtual. El documento elaborado por la Comisión para a Planificación Docente propone que las clases de cada curso se desarrollen en la misma aula, así como que se definan medidas para evitar aglomeraciones en el acceso y salida del centro. 

De clases rotatorias a reajustes en las prácticas

El documento de Directrices para o desenvolvemento dunha docencia presencial segura recoge posibles alternativas para articular la docencia el próximo curso. Una de las soluciones que puede llevarse a cabo, apuntan, son clases expositivas rotatorias, de manera que una semana el estudiante estaría en el aula y, en la siguiente, la seguiría en línea. A ello se le uniría reajustes en los integrantes de los grupos para mantener una ocupación media en las aulas que no supere el 30 %. En el caso de centros de Ciencias, también se podrían llevar a cabo reajustes en la duración de las clases prácticas.