El PPdeG, preparado para las elecciones, admite ahora estar atento a lo que haga Urkullu

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTIAGO

GALICIA

PPDEG

Feijoo participa hoy en un acto de partido en Santiago, pero en principio no tiene previsto pronunciarse sobre su futuro. El PSdeG exige a Feijoo que desvele ya el calendario

08 feb 2020 . Actualizado a las 11:11 h.

Feijoo y la dirección del PPdeG siguen con máxima atención las noticias que llegan desde Vitoria sobre las reflexiones en público y en privado del lendakari sobre un posible adelanto electoral, una tormenta de alta intensidad en el País Vasco que ya ha calado en Galicia. El presidente de la Xunta y el número dos del partido, Miguel Tellado, ya no disimulan una cierta dependencia de la decisión que pueda tomar Íñigo Urkullu en los próximos días, y tampoco se les ve muy incómodos en la tesitura.

El argumento de la «estabilidade» le valdría al dirigente autonómico para un roto y un descosido: el adelanto le serviría al PPdeG para tratar de trasladar certezas a los gallegos; y mantener la tensión unos meses más, desmarcándose del País Vasco, daría cuenta de la autonomía de Galicia respecto a otros procesos.

A Feijoo, que hoy mismo expresaba su «respeto» por la política vasca y por el criterio del dirigente del PNV, ya no le importó cederle el liderazgo en este asunto en el 2016, cuando la decisión era meramente técnica, cuatro semanas arriba o abajo. Pero ahora sí puede hablarse de un adelanto en toda regla si, tal como insisten en diferentes medios, Urkullu decide el martes llevar la convocatoria al boletín oficial, lo que supondría votar el 5 de abril. En ese momento, tal como reconocen en el partido, sí habría motivos para una reflexión en voz alta del PPdeG, sin descartar un movimiento más profundo.

El secretario general, a diferencia de tantas otras ocasiones, evitó ser más concreto al referirse al mantra de que Galicia vota «cando toca», lo que situaría la fecha en otoño, y abrió ese escenario a todo el 2020. Desde la investidura de Pedro Sánchez en Navidad, la firmeza con la que los populares se referían a la idea de agotar la legislatura se ha ido matizando, y ahora siempre hay un condicional genérico a los «acontecimientos». Desde el entorno presidencial también se han preocupado de trasladar la sensación de que había división de opiniones sobre la fecha más idónea para celebrar los comicios.

Feijoo, sí o sí

Lo que no cambia, y no tiene por qué hacerlo, son los tiempos de reflexión de Feijoo para anunciar su futuro político. El presidente del PPdeG tiene una fecha en mente para trasladarle a los suyos sus intenciones políticas —en Génova dan por hecha su candidatura, y no hay plan b— y asegura que cualquier maniobra electoral ajena no va a cambiar sus planes. Lo que no quiere decir que convoque las elecciones primero, obligado por las premuras vascas, y que resuelva su disyuntiva un poco más tarde. No en vano, el propio Feijoo afirmó ayer que aún está en la mitad de plazo para cumplir su compromiso de anunciar su futuro en el primer trimestre del año.

Cualquier movimiento del PPdeG se mira con lupa, incluso entre los miembros del partido más ajenos a los núcleos de decisión, que sospechan que detrás de cada convocatoria puede haber un anuncio relevante. El partido celebra este sábado en un hotel compostelano un acto con un centenar de nuevos militantes en el que hablará Feijoo. Puede que dé algunas pistas sobre la actualidad, sin más, pero ni hasta los más cercanos al presidente hablan ya con la firmeza de antes.

El secretario xeral del PSdeG y candidato a la Xunta, Gonzalo Caballero, denunció que Feijoo utiliza el debate sobre la convocatoria electoral «para tapar os problemas que ten Galicia, comezando pola sanidade». «Que Feijoo teña a coraxe e responsabilidade política de dicirlle aos galegos cando será a data, que non utilice o seu cargo para ter vantaxe», añadió. Caballero se citó con la vicepresidenta de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y lamentó el desinterés del PP hacia el cambio climático.

Ciudadanos Galicia ve «soberbia» en los populares gallegos al negarse a una alianza

Ciudadanos Galicia ha armado su propio discurso para tratar de convencer al PPdeG de que se sume a la plataforma transversal de Inés Arrimadas, la previsible líder del partido naranja a partir de marzo. Beatriz Pino, que participa en la gestora y es el referente en la comunidad desde las últimas elecciones, ha reforzado el mensaje del partido de crear un proyecto conjunto e «indivisible» para acudir a las urnas en Galicia, País Vasco y Cataluña, que celebrarán elecciones en el 2020.

La exdiputada valoró las primeras reacciones por parte de los líderes populares y las calificó de «soberbias», y advirtió que esa «altanería» podrían pagarla en las urnas en una coyuntura muy delicada para Feijoo, que entiende que no tiene todas las garantías para amarrar la cuarta mayoría. Para Pino, sería el actual presidente el que tendría que explicarse en el supuesto de que «nacionalistas e populistas» alcancen el poder en Galicia porque su partido no ha puesto sus siglas al servicio de Mejor Unidos, que es el proyecto constitucionalista de Arrimadas. «Despois non valen as lamentacións», dijo. Ciudadanos va a remitir una carta al PPdeG en la que insistirá en pedir su generosidad en Galicia como, aseguran, los naranjas la tendrán en Cataluña, donde es la fuerza más votada.

Sin conocer más detalles, el secretario general popular evitó cualquier respuesta a través de los medios, pero dejó entrever que no habrá cambio de postura y que el PPdeG irá con su marca.