O Salnés normaliza los partos

Mónica Pérez Vilar
MÓNICA P. VILAR VILAGARCÍA / LA VOZ

GALICIA

Mónica P. Vilar / Jorge García

El hospital arousano es centro de referencia en nacimientos de baja intervención, con un protocolo que otorga a las parturientas un mayor poder de decisión

22 dic 2018 . Actualizado a las 16:26 h.

En la entrada del Hospital do Salnés un cartel deja claro cómo se entiende aquí el momento de recibir a una nueva vida: como un acontecimiento normal. Normal en el sentido más positivo de la palabra. En este hospital saben que dar a luz es un proceso natural y que, si no hay complicaciones, no resulta necesario convertirlo en un acto médico ni tratarlo como una enfermedad. «Nós simplemente estamos acompañando un acto natural. O que facemos é estar aí detrás, permitindo que cada mamá e cada bebé vivan o seu propio parto, e intervindo só cando é necesario», cuenta Sol Montenegro, una de las matronas de este centro, que en pocos años se ha convertido en referencia de un parto más humanizado.

«Foi no 2007 cando empezamos a cambiar a nosa filosofía de traballo para dar unha atención máis respectuosa coas mamás e os bebés», explica Yolanda García, la enfermera supervisora de partos y maternidad. No contaban con grandes recursos pero sí con muchas ganas de cambiar actitudes y protocolos. Entre todos los profesionales del área (matronas, ginecólogos, pediatras, anestesistas...) elaboraron una vía clínica propia de atención al parto. El siguiente paso fue adaptar las infraestructuras. «O servizo de partos era moi pequeniño. Tivemos que sacrificar un almacén de material para instalar a primeira bañeira», recuerda Yolanda. Poco a poco se fue adquiriendo el resto del material: pelotas de pilates, sillas de parto, monitores telemétricos sin cable que se pueden usar dentro del agua... Hoy el hospital cuenta con dos salas de parto completamente adaptadas, con bañeras y camas articuladas y en las que incluso se puede graduar la intensidad de la luz, además de otras dos salas polivalentes en las que también se dilata y se da a luz.

«Poden traer cousas da casa»

«As parellas poden traer da casa o que gusten: coxíns, candeas, a súa propia música... Calquera cousa que as faga sentir un pouco máis na casa», apunta Montenegro. Aquí lo fundamental es que la mujer que va a dar a luz se sienta a gusto pero, sobre todo, que confíe en el equipo: «A confianza é fundamental no traballo de parto. As nosas mamás saben que sempre as imos informar de todo, que imos respectar as súas decisión».

Una confianza que empieza a forjarse mucho antes de dar a luz. Alrededor de la semana 33, las gestantes tienen una reunión grupal en la que pueden conocer a las matronas hospitalarias, las instalaciones y las distintas posibilidades de atención. También se les explica que pueden hacer un plan de parto que recoja sus preferencias. En la semana 36, la futura madre y su acompañante tienen otra entrevista personalizada para aclarar sus dudas y debatir con el personal del centro el tipo de parto que desean. En O Salnés se ofrecen muchas posibilidades a las parturientas. Por ejemplo, a la hora de manejar el dolor. Además de la conocida epidural, aquí se proponen distintos métodos no analgésicos. Sumergirse en agua caliente es uno de ellos, pero también hay masajes, sacos de semillas calientes y punciones de líquido en el sacro, entre otros métodos. La libertad de movimientos de la mujer también puede ayudar mucho en este punto. «Normalmente poden moverse e cambiar de postura canto queiran. E o mesmo á hora do parto. Poden elixir como queren parir. Algunhas escollen a cama, pero outras paren de pé, en crequenas, a catro patas ou na cadeira de partos. Algunhas mesmo dentro da bañeira. E as matronas que facemos? Pois moitas posturas, porque a maior parte do tempo estamos polo chan», cuenta Sol, entre risas.

«Os bebés sempre cos pais»

La llegada al mundo del bebé es solo un punto y seguido. La filosofía de trabajo de los profesionales de O Salnés se mantiene también cuando son subidos a planta, normalmente tras pasar dos horas en contacto, piel con piel, con su madre. «Aquí non separamos os bebés dos pais. Tratamos de pospoñer todos os coidados que non sexan imprescindibles e todas as probas se fan no cuarto diante dos pais. Tamén o baño, en pequenas bañeiras portátiles», explica Yolanda García. «Temos que entender que nós non somos os donos dos bebés, temos sempre que pedir permiso aos pais, informalos e respectar as súas decisións», remacha.

Ideas como esta han hecho que el hospital de O Salnés reciba peticiones de embarazadas de todos los rincones de Galicia para parir en sus instalaciones. Y aunque esto los enorgullece, creen que lo ideal es que otros hospitales sigan el mismo camino: «Estas cousas pódense facer case sen recursos. É máis unha cuestión de actitude dos profesionais».

Respeto al nacimiento y promoción de la lactancia materna son las claves

De enero a octubre, el Hospital do Salnés ha atendido 374 partos. En todo el 2017 fueron 505. Once matronas, siete ginecólogos, cinco pediatras y una veintena de enfermeras y auxiliares componen la plantilla. El centro no cuenta con uci y aquí solo se atienden embarazos de bajo riesgo. Si se trata de gemelos o se prevén complicaciones en el parto, el alumbramiento se deriva a otro hospital. Aun así, creen que su forma de trabajar se puede aplicar al resto de centros donde a diario también se atienden partos naturales. Unicef ha reconocido su buen hacer con la certificación IHAN, considerándolo como hospital amigo de los niños por su respeto al nacimiento y la lactancia. Otros cuatro hospitales gallegos han solicitado esta distinción: el de O Barbanza, el Clínico de Santiago, el Lucus Augusti y la clínica Nuestra Señora de Fátima.