«Hay conductores a los que la sanción ya no les afecta. Les es indiferente»

José Manuel Pan
josé manuel pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

MARCOS MÍGUEZ

La coordinadora de la DGT en Galicia destaca el mal ejemplo de «los reincidentes que desprecian el cinturón de seguridad. Les da absolutamente igual»

08 mar 2019 . Actualizado a las 22:53 h.

Abril fue el primer mes blanco en la historia del tráfico en Galicia. El primer mes sin muertos en la carretera. Hoy, Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico, Galicia ya va camino de los cien muertos a mes y medio de que acabe el año. «Nos produce una desazón tremenda», asegura María Victoria Gómez Dobarro (Pontevedra, 1968), jefa provincial de Tráfico de A Coruña y coordinadora de la DGT en Galicia. «Pasamos de la satisfacción del mes de abril a que en el verano todo empezase a ir peor. Y te planteas qué es lo que pasa, sobre todo cuando ves que todos se están implicando cada vez más, la Guardia Civil, las policías locales y las oficinas de Tráfico». 

-¿Qué está pasando?

-Quizás lo que estamos viendo es una especie de relajación en los conductores. En Galicia, por ejemplo, nos llama mucho la atención lo que pasa con el cinturón de seguridad. Tenemos muchos fallecidos que no lo llevaban puesto en el momento del accidente. Te das cuenta de que hay gente para la que el cinturón no forma parte de su cultura de seguridad vial. Muchos reincidentes muestran un desprecio al significado del cinturón de seguridad como un salvavidas. Les da absolutamente igual.

-¿Qué se puede hacer con esos que no se quieren poner el cinturón?

-Tenemos que convencerlos de los beneficios de su uso y de las consecuencias de no llevarlo puesto. En un accidente no sucede lo mismo con el que lo lleva puesto que con el que no se lo pone. Obviamente, va a sufrir más lesiones, por ejemplo, si sale despedido del vehículo. Ahí nos toca convencer, desde luego.

-Dice que son reincidentes.

-La mayoría de los usuarios cumplen la norma. Hay una parte de conductores que pueden tener infracciones puntuales porque hacen muchas horas en la carretera, pero luego hay un reducido porcentaje con los que hay que trabajar de una manera más profunda. Nos pasa muchas veces con el alcohol. Hay conductores a los que la sanción ya no les afecta, les es totalmente indiferente. En esos casos, a lo mejor hay que acudir a un tratamiento médico de otras características. Y con el cinturón de seguridad también habrá que trabajar de otra manera.

-Menciona el alcohol, un problema ya conocido en Galicia.

-Velocidad, alcohol y drogas y sistemas de retención son el abecé de los problemas del tráfico en Galicia. Y los tenemos en niveles muy altos. Con todo lo que se trabaja sobre el alcohol y las drogas, sigue habiendo demasiados positivos. Y se avisa, y la gente sabe que la Guardia Civil va a estar allí vigilando. Pues pese a todo eso se detectan casos todos los días. Hay un número muy elevado de infracciones por alcoholemia en Galicia.

-En lo que va de año ya se ha superado en Galicia la cifra de muertos en accidentes de todo el 2017. Y quedan los peores meses.

-Sí, noviembre y diciembre son meses complicados, sobre todo por la falta de luminosidad. Cuanta menos luz, menos información para que el conductor tome decisiones correctas. Además, son fechas de muchas festividades y celebraciones y sabemos que es cuando hay un mayor consumo de alcohol. Se hacen muchos trayectos cortos en los que hay un exceso de confianza, en los que muchos creen que de aquí a allí no les va a pasar nada.

-¿Y el móvil? Ha entrado de lleno en la siniestralidad.

-Cuando el móvil implica una acción activa de responder una llamada, un mensaje o un wasap se produce una desconexión entre el conductor y la carretera. Y ver el móvil solo un momento es no ver la carretera solo un momento. Con eso creo que cualquiera es consciente del riesgo de usarlo. Pasaba antes cuando buscabas el dial de la radio. Son décimas de segundo durante las que te desconectas de la conducción.

-Ustedes alertan, sobre todo, del uso del wasap.

-Es que lo vemos en cualquier sitio. Por ejemplo, en las ciudades, donde en un semáforo puedes ver a conductores manejando el móvil para enviar y recibir mensajes. Pero lo vemos también con los peatones, cuando por la calle viene alguien de frente manejando el móvil y no ve lo que tiene delante.

-¿Es la principal distracción?

-En los accidentes de tráfico hay factores concurrentes, como las distracciones. Y ahí entran el móvil y otras causas, como la fatiga, el cansancio y otras muchas conductas. Pero hay casos muy graves, como los conductores que ponen la tableta sobre el volante y van trabajando como en una oficina. Estamos ante un grave problema.

-Tráfico quiere aumentar la sanción por el uso del móvil cuando se sujeta con la mano. ¿Va dirigido al envío de wasaps?

-Va especialmente dirigida a eso. Porque coger el móvil con la mano implica que la apartas del volante. Y la mirada hacia abajo para leer un mensaje en el teléfono es una forma más de distracción, de despiste y de no estar atento a la conducción en cada momento.

«La reducción a 90 en las carreteras convencionales tendrá un efecto muy positivo»

La Dirección General de Tráfico tiene sobre la mesa el borrador del decreto que reduce de 100 a 90 km/h el límite máximo de velocidad en las carreteras convencionales. La intención del equipo que dirige Pere Navarro es poner en marcha la medida el próximo enero.

-Es una de las medidas estrella de la DGT.

-Ojalá que salga adelante, porque es una manera de unificar las velocidades y de replantear los límites que hay debajo de ese máximo. No puede ser que haya carreteras con un solo carril para cada sentido y limitadas a 100 km/h, y al lado tengamos una autovía o una autopista, con dos carriles por sentido, separados por una mediana y con la máxima seguridad, y vayas a 120. No hay un equilibrio porque la diferencia de seguridad entre las dos vías es muy grande. Creo que la reducción a 90 en carreteras convencionales es una medida que tendrá un efecto muy positivo. Habrá que reordenar las limitaciones inferiores y combinar prohibición con recomendación, que el conductor tenga claro en qué tipo de carreteras se está moviendo, que tenga clara la velocidad, como sucede en una autopista, donde todos sabemos que el máximo es 120.

-Tráfico anuncia reducción de velocidad y más radares.

-Los radares fueron efectivos y lo siguen siendo. Yo estoy convencida de que los controles de velocidad son fundamentales para modificar comportamientos al volante, eso lo tengo claro. Es un instrumento muy eficaz, pero también creo que estamos en un momento en el que es importante que no caiga todo el peso sobre Tráfico.

-¿Qué quiere decir?

-Muchas veces, cuando hay un problema en una carretera, todos nos piden un radar, sobre todo en zonas con límite de 50 en las que también se puede actuar sobre la infraestructura para reducir la velocidad, con estrechamientos de carril, con chicanes... Pero hay sistemas para que el conductor perciba que está entrando en un sitio distinto, que su conducción debe cambiar. Es la tendencia a la visión cero, al sistema seguro. Con medidas sencillas se puede lograr esa reducción de velocidad.

-Pero eso no depende solo de la DGT.

-Claro, tiene que haber implicación de los titulares de las carreteras. Es cuestión de convencerlos. Cuando nos pidan un radar en un municipio les diremos que el radar esta para otra filosofía.

Carreteras que perdonan para lograr reducir el número de muertes

Radares y más vigilancia sobre el comportamiento de determinados infractores. Son las recetas de Tráfico para reducir la siniestralidad. Pero la coordinadora de la DGT en Galicia apuesta también por medidas alternativas para hacer carreteras más seguras, aunque no dependen directamente de Tráfico. «Hay que actuar sobre la infraestructura, hacerla más segura para los usuarios». Se refiere al concepto de carreteras que perdonan y a soluciones como el 2+1, con la que en un tramo determinado se habilitan tres carriles, dos en un sentido y uno en el otro. Los sentidos están separados por una mediana física, lo que permite adelantar sin riesgos.