El curioso efecto Fujiwara de Helene

Xavier Fonseca Blanco
xavier fonseca REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El huracán que pasará cerca de Galicia protagonizará una «danza atmosférica» con otro ciclón

13 sep 2018 . Actualizado a las 12:16 h.

En la segunda década del siglo XX, Japón, una potencia científica, guardaba un secreto de estado relacionado con la atmósfera. Los meteorólogos nipones habían descubierto la existencia de una corriente de aire que se desplaza de oeste a este por la alta troposfera, a partir de los diez kilómetros de altura. Durante la Segunda Guerra Mundial el gobierno japonés decidió echar mano de esa corriente, cuyos vientos soplan siempre en la misma dirección y pueden superar los 300 kilómetros por hora, con el objetivo de bombardear Estados Unidos. Para ello usaron globos cargados con bombas que llevaban instalados barómetros que permitían que a una determinada altura y presión se estabilizasen. Cuando el artefacto alcanzaba el destino impulsado por la corriente dejaba caer los explosivos. Uno de los científicos que participó en el diseño de este sistema tan sofisticado para la época se llamaba Sakuhei Fujiwara.

El apellido de este meteorólogo, experto en ciclones tropicales, da nombre además a un fenómeno que él mismo registró por primera vez en 1921, el baile de dos sistemas tropicales. El efecto Fujiwara se produce cuando dos ciclones se mueven uno en torno a otro. Si los protagonistas de la danza atmosférica tienen el mismo peso, ambos orbitan alrededor de un centro común. Sin embargo, si uno de ellos tiene mayor tamaño, la coreografía terminará con el grande engullendo al pequeño. Esto es justo lo que está ocurriendo ahora mismo en el centro del Atlántico. Durante su ascenso hacia el norte, el huracán Helene se encontrará con Joyce, un ciclón subtropical. Ambos iniciarán un movimiento giratorio en el que será Helene quien domine. El baile durará unas horas y terminará mañana después de que Helene se coma a su pareja. Acudirá además a la cita como huracán pero saldrá del encuentro perdiendo categoría. Primero se convertirá en tormenta tropical y finalmente en una borrasca. A medida que asciende en latitud, las condiciones comienzan a ser cada vez más hostiles para mantener sus características de ciclón tropical. La trayectoria que dibujan los principales modelos meteorológicos sigue conduciendo a Helene por una ruta cercana a Galicia. Sin embargo, todos coinciden ya en que el sistema de bajas presiones pasará lo suficientemente lejos de la comunidad. No se esperan vientos muy fuertes o lluvias torrenciales. El único efecto que parece asegurado ahora mismo es el fuerte oleaje. El paso de Helene podría obligar a activar avisos por grandes olas.