Una construcción sostenible, eficiente y una buena salida para el monte

Belén Feijoo TRIBUNA

GALICIA

20 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La edificación con madera es el camino hacia una construcción sostenible y eficiente, capaz de ofrecer soluciones y mejoras al preocupante proceso de cambio climático.

Supone un ahorro neto frente a una de hormigón de aproximadamente dos toneladas de CO2 por cada metro cúbico de material, lo que convierte a la madera en la mejor opción para reducir las emisiones en el sector de la construcción. La Plataforma de Ingeniería de la Madera Estructural (Pemade) de la Universidade de Santiago (USC) se centra en el estudio y uso eficiente de la madera como material estructural. Mantiene una constante actividad de formación, investigación, desarrollo e innovación en este ámbito, con el objetivo de impulsar la utilización de madera local en productos para una construcción altamente eficiente, e imparte un Máster en Ingeniería de la Madera Estructural que es un título propio de la USC.

En España ya existen múltiples ejemplos de construcción con madera, que demuestran su buen comportamiento en diferentes tipologías: edificios en altura, equipamientos, viviendas unifamiliares… El uso de madera en el sector industrial es menos conocido. Sin embargo, la utilización de madera en la construcción de naves industriales está totalmente implantada en Centroeuropa y los países nórdicos, ya que alcanza en este campo su mayor eficacia estructural, salvando grandes luces con máxima ligereza.

Se trata de una construcción prefabricada que iguala los tiempos de ejecución de la composición con prefabricados de hormigón o elementos metálicos. Dada su mayor ligereza, minimiza los medios auxiliares necesarios para el montaje, reduce los costes de transporte y los residuos finales; y al ser un material reciclable y biodegradable, la gestión de los residuos es mínima.

Frente al fuego, la madera es fácilmente predecible, lo que le aporta una estabilidad que no tienen otros materiales como el acero; y a efectos de durabilidad, la historia demuestra con múltiples construcciones centenarias su conservación y buen comportamiento. Dada la baja conductividad térmica de la madera frente a otros materiales, su uso en los cerramientos permite crear espacios de alto confort térmico, con un mínimo consumo energético, pudiendo llegar con facilidad a estándares pasivos o de consumo de energía casi nula. La calidez que aporta en el espacio interior es difícilmente igualable con otros materiales.

La implantación de este tipo de construcción en España supondrá una demanda de productos de madera que hará mejorar el sector industrial y forestal. Será necesaria una buena gestión del monte gallego, que garantice la biodiversidad y madera local de calidad. El aumento de esta demanda y la capacidad de suministro dará viabilidad a la fabricación en Galicia, lo que reducirá la importación de productos centroeuropeos. Todo ello supondrá la creación de empleos verdes y el impulso de la economía local.