Albert Rivera: «Con la información que tengo, sé que se va a impedir el referendo ilegal el 1-O»

Sonia Andrino ÁVILA / COLPISA

GALICIA

Zipi | efe

El presidente de Ciudadanos insiste en que tras la fecha marcada para la consulta hacen falta reformas

10 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Albert Rivera ha reunido en el Parador de Gredos (Ávila) a los 37 miembros de su directiva nacional durante dos días. «El nacionalismo catalán se ha echado al monte y ha pedido romper con la legalidad y dar un golpe a la democracia». Se refiere a los capítulos vividos esta semana en el Parlamento catalán en el que «unos señores» quieren declarar la independencia con el apoyo de 71 diputados y se olvidan, por ejemplo, de que para cambiar la ley electoral catalana serían necesarios 90. «Es surrealista, pero está pasando», advierte antes de recetar «ley y determinación» para erradicarlo.

-¿Cuándo será la hora de la política para salir del atolladero?

-La política se hará cuando tengamos interlocutores delante que quieran hacer política. El problema es tener gente que da golpes a la democracia, que se salta las leyes, el Estatuto de autonomía, el reglamento de la Cámara incluso. En fin, el atropello que hemos visto ha sido tremendo e incluso vergonzoso así que yo espero de verdad que algún día incluso el nacionalismo catalán tenga de nuevo interlocutores como había en los padres de la Constitución. Cuarenta años después vemos que el nacionalismo catalán se ha tirado al monte como hizo en el 34, para entendernos. Creo que es un grave error que rompe la convivencia.

-¿La situación no es lo suficientemente grave como para que ustedes aparquen sus diferencias y trabajen unidos?

-Sí. La situación es muy complicada y a los que vivimos en Cataluña y estamos allí mucho tiempo nos duele doblemente, política y personalmente, porque hay una fractura social evidente. Nosotros hemos intentado tender puentes y crear diálogo, pero siempre me he encontrado con un nacionalismo catalán más radicalizado, con las CUP mandando, que eso es un drama porque es un partido antisistema. Ningún candidato a presidir el Gobierno va a aceptar que se rompa nuestro país. Ni al señor Rajoy, ni al señor Sánchez ni a mí -a Pablo Iglesias parece que le da igual- nos da igual que la unión del país se ponga en jaque.

-¿Qué hubiera hecho usted si hubiera sido el presidente?

-Antes del 9 de noviembre yo lo hubiera hecho distinto. He sido muy crítico con lo que no hicieron el Gobierno y la Fiscalía, que lo permitieron todo, y siempre he dicho que había que haber evitado el 9N. Si yo ahora aterrizara de golpe en la Moncloa y me encontrara con esta semana que tenemos por delante, tampoco hubiera hecho cosas tan distintas. Y luego está el después. Seguramente que ahí no coincidiremos tampoco con el Gobierno. Nosotros creemos que España necesita, después de 40 años, una actualización, un refuerzo incluso, de nuestro marco constitucional y el PP cree que no hay que tocar nada. El inmovilismo no es una buena receta.

-¿Ustedes tienen ya una estrategia para el día 2 de octubre?

-Sí. Pensar en el largo plazo y no pensar que esto se acaba en un cuarto de hora. Yo creo que lo que ha habido ha sido una infravaloración por parte de los sucesivos Gobiernos de España de lo que se estaba cociendo en Cataluña. Yo espero que si se impide finalmente el golpe a la democracia y el referendo ilegal, pensemos un plan estratégico de país y no una solución puramente judicial.

-¿Qué le diría a un empresario de cualquier otro sitio que tiene intereses en Cataluña?

-Le diría que, con la información que tengo en este momento, que es mucha, que sé que se va a impedir el 1 de octubre el referendo ilegal, y que es probable que los días después la CUP y algunos radicales quieran impedir el curso diario en Cataluña. También le diría que, si bien es legítimo que los empresarios no se mojen políticamente, sí que creo que es necesario que los empresarios y sus patronales digan claramente que la seguridad jurídica de un país, tener euros y estar en Europa, tener un marco estable, es fundamental.

-Colau se está planteando no ceder instalaciones municipales para el 1-O. ¿Cómo lo ve?

-Creo que está tan claro que no tiene que hacerlo que lo único que interpreto es que intenta jugar a todo: que me voten los independentistas, que me voten los no independentistas... pero tiene un riesgo eso en la vida, que a veces no les guste ni a unos ni a otros. Desde luego, a mí no me gusta. Tendrá que explicarle a sus votantes catalanes, que la mayoría no son separatistas, por qué colabora con ellos y por qué critica al Gobierno de España por impedir el referendo. Creo que Barcelona es fundamental que cumpla la ley. Y punto, y ya no hay debate. El problema es que Colau, y Pablo Iglesias también, quiere jugar a todo y está más preocupado por cómo quedar bien con los separatistas que cómo parar el golpe a la democracia.