«Pensé que se apiadarían, pero un vecino dijo: 'Es que pides demasiado'»

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

MARTA CARBALLO / MARCO GUNDÍN

Belén tiene esclerosis múltiple y paga 40 euros al día para poder salir de casa porque su edificio carece de ascensor

11 may 2017 . Actualizado a las 13:42 h.

Cada mañana, en torno a las once, un trabajador de una empresa de ambulancias llega con una silla a un edificio del barrio de Conxo, en Santiago. Allí sube a buscar a Belén Escudero, de 48 años, que tiene esclerosis múltiple. Después su madre la lleva en coche a Foltra, adonde acude a hacer terapia. Cada mes invierte 800 euros, porque el servicio diario le cuesta 40. Y no se queja de su salario, es profesora de secundaria, aunque está de baja. «Pero entre esto y Foltra lo que entra en cuenta sale, todo y un poco más», relata esta mujer, cuyo caso contó Europa Press.

Belén vive en el 3.º de un edificio sin ascensor. Cuando sus padres lo compraron en el año 91 ni siquiera pensaron en ello. «Todos éramos más jóvenes y más sanos, está en un sitio agradable, cerca del centro», cuenta. Pero ahora lo dice firmemente: «Si alguien piensa “encontré un piso bonito, no tiene ascensor pero lo van a poner”, yo ya les digo: no, no, no -enfatiza-; no compres, nunca se sabe si lo van a poner o no».

Porque Belén se encuentra con que la ley no la ampara. La última modificación obliga a que la comunidad de propietarios instale un ascensor en caso de que haya una persona mayor de 70 años o con alguna discapacidad. «Me llenó de alegría, pero cuando seguí leyendo vi que los vecinos, 18 en este edificio, solo están obligados a pagar una anualidad de la comunidad para instalarlo», y el coste del ascensor, ya que hay que hacer una pequeña obra, ronda los 100.000 euros.

Tampoco encontró mucha solidaridad, la verdad. Decidió ir a una reunión de la comunidad de propietarios. Creyó que sería muy diferente contar que una vecina tiene esclerosis múltiple a que viesen la situación real: «A ver si me ven y se apiadan, pensé, pero tuve que oír incluso de un vecino que me dijo: “Nena, es que tú pides demasiado”. Escuché eso -continúa- y decidí callarme: si pedir un ascensor tal y como me vieron es demasiado, ya no sé qué se puede hacer».

Recurrió a la Xunta, a la valedora, al Concello, pero la ley es la ley. Apela a la comprensión, y en última instancia sabe que tendrá que mudarse, aunque su madre, «que ya bastante hace», lleva en este piso desde el 91 «y sería un trastorno terrible». Desde la Administración recuerdan que hay obligación de instalar ascensor en edificios de más de tres plantas, incluyendo el bajo, o cuando en los que aun no superando estas tres tengan más de ocho viviendas encima de la planta baja. Pero es la norma actual, y no tiene carácter retroactivo.

Ayudas

Vivenda también apunta que se está trabajando en una orden específica para la instalación de ascensores, aunque lo cierto es que Belén se encuentra en una situación que ella misma admite como «muy complicada». Y es que aunque está pendiente de estas ayudas, ya se concedían otros años «y la respuesta de los vecinos fue igualmente no».