Jorge Dompablo: «Laureano Oubiña será uno más y nadie lo juzgará por su pasado»

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Convivir con inmigrantes, hacer labores de limpieza y horticultura: así será la nueva vida del arousano

02 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Laureano Oubiña logró el tercer grado gracias al trabajo obtenido en la Asociación San Francisco de Asís, en Madrid. El párroco Jorge Dompablo está al frente del colectivo, que tiene como finalidad social acoger a inmigrantes africanos y toxicómanos para dotarlos de los hábitos y la formación necesaria para su reinserción en la sociedad.

-¿Cómo contacta Laureano Oubiña con usted?

-El capellán de la cárcel de Navalcarnero y yo hemos trabajado juntos muchos años. Fue él quien me habló de Laureano, y los dos sabemos qué tipo de personas están en la cárcel y qué cosas han hecho unos y otros. Este capellán me explicó que se trata de un preso más y así lo vimos. Al hablarme de él y decirme que le resultaba difícil encontrarle algún sitio, yo le expliqué que no tenía ningún problema en aceptarlo. Para mí Laureano Oubiña es un preso más que va a salir en libertad, y me comprometí a acogerlo.

-¿Es consciente de que una persona tan conocida como Laureano Oubiña pondrá el foco de atención informativa sobre la asociación y serán muchos los medios que estén en su puerta los primeros días?

-Sí, pero el poder ayudar a una persona, se llame Laureano Oubiña o no, me quita todo el miedo.

-Atendiendo al tipo de condenas que cumplió Oubiña, ¿le genera algún prejuicio?

-No, para mí lo más importante es que una persona pueda ser libre, y cuando me pidieron ayuda para este señor no me importó su pasado. Puse el valor de su libertad por encima de cualquier otra cosa. Laureano Oubiña será uno más y nadie lo juzgará por su pasado.

-¿Qué régimen de trabajo tendrá el arousano?

-Serán de 6 a 8 horas al día entre semana.

-¿De forma altruista?

-Por supuesto, nuestra asociación no tiene ánimo de lucro y nos mantenemos con ayudas de parroquias, Cáritas o donativos de personas vinculadas a las parroquias por las que yo he pasado. No tenemos ayudas oficiales, aunque alguna vez sí nos han dado alguna subvención pequeña. Aquí somos muy pocos y para eso competimos con grandes asociaciones, por lo que hasta me da vergüenza pedir subvenciones. En el caso de Laureano Oubiña ni va a cobrar ni va a pagar, al igual que el resto.

-¿En qué consistirá su trabajo?

-En la asociación, que está a cinco kilómetros de Madrid, tenemos dos viviendas juntas con bastante terreno y él será uno más de la casa. Su ocupación será la de dialogar con unos y otros, conocernos, apoyarnos, descubrir las vidas de cada uno. Eso es muy interesante, ya que las personas que llegaron de África han tenido vivencias muy duras, como atravesar desiertos, países en guerra y muy complicados, las pateras y la llegada a España con una estancia compleja.

-¿Con cuántos toxicómanos trabajan ahora?

-Con uno.

-¿Otros cometidos además de conversar?

-Participar en las tareas que tenemos en la casa, como talleres de jardinería o de horticultura. En la organización doméstica también ayudará, ya que los chicos vienen de albergues, de la calle o de años deambulando por África hasta que lograron llegar a España. Por eso es importante que se adapten a las labores de limpieza que implica un hogar, vestirse correctamente, la búsqueda de empleo o cursos formativos. Todo esto hace que sea más fácil encontrar un trabajo y que se adapten al país en el que están viviendo. Ese aprendizaje es básico, incluso a hacer un currículo o mejorar el idioma con los profesores que tenemos para impartir clases.

-¿Oubiña tendrá un papel relevante a nivel interno?

-Para nada, será uno más y tendrá que adaptarse al grupo.