El BNG persevera en su modelo y fía su futuro al liderazgo de Ana Pontón

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Lavandeira jr | EFE

La militancia ha decidido que la formación siga con las mismas siglas y con una organización de estructura frentista

08 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En el Bloque han cambiado muchas cosas desde el pasado otoño; ha recuperado apoyo social después de años ininterrumpidos de caída, ha encontrado en Ana Pontón a una líder y, sobre todo, no solo ha logrado frenar el éxodo de militantes sino que, poco a poco, empieza a sumar gente a su causa. Sin embargo, su modelo apenas ha cambiado. Y no lo hará en el futuro: seguirá con las mismas siglas y con una organización de estructura frentista. Esto es lo que ha decidido la militancia en el llamado proceso de refundación, bautizado como Adiante, que ha contado con una amplia participación de las bases, y del que sale un BNG internamente mucho más cohesionado y partidario, en su inmensa mayoría, de no cambiar nada en lo sustancial.

El Bloque celebrará los próximos 25 y 26 de marzo la asamblea que servirá para escenificar un nuevo rumbo y, sobre todo, para afianzar el liderazgo de su líder orgánica y parlamentaria, Ana Pontón.

Rubén Cela y Goretti Sanmartín, miembros de la dirección y responsables de comunicación y organización, comparecieron ayer para anunciar que el próximo 18 de febrero el consello nacional, el máximo órgano entre asambleas, aprobará las tesis para la decimosexta asamblea, y que se celebrará, presumiblemente, en A Coruña.

Casa común

Ambos ensalzaron que el BNG salido del proceso Adiante -en el que han participado 1.800 personas- es un proyecto que actualiza sus principios fundacionales y sus estatutos para «seguer sendo a casa común do nacionalismo». Los cambios para un mejor reconocimiento de la pluralidad interna, para reconocer los derechos y deberes de los militantes, o para adecuar la estrategia política a los temas del presente -para no ser una organización «estática», según Cela- no servirán para atraer al BNG a muchos de los que se marcharon después de la asamblea de Amio. De hecho, la organización no está ahora tan preocupada por atraer a los que se fueron, de generaciones mayores, como por seducir a nuevos militantes. Y lo decidido por las bases no deja lugar a dudas.