Las carencias materiales, acentuadas por la crisis, no han impedido que en los últimos años Hacienda reforzara la lucha contra el fraude, que, gracias al plan de incentivos a los inspectores y el uso de nuevas técnicas informáticas, entre otras medidas, marcó el año pasado un nuevo récord de recaudación. Se recuperaron 15.664 millones que los contribuyentes habían intentado escamotear al fisco, un 27 % más que en el ejercicio anterior.