Tragedia en Herat: Diez años de una tragedia cuya causa fue «imposible determinar»
GALICIA
El accidente de un helicóptero en Afganistán causó la muerte de 17 militares. 12 de ellos pertenecían a la Brilat pontevedresa y 10 eran gallegos
17 ago 2015 . Actualizado a las 07:16 h.La mañana del 16 de agosto de hace diez años Galicia se despertaba con una trágica noticia: un accidente de helicóptero en Herat, en el noroeste de Afganistán, provocaba la muerte de 17 soldados españoles. Diez de ellos eran gallegos.
Inmediatamente, la sombra del Yakolev 42 se asomó a la comunidad gallega. Pero el aluvión de posibles causas que provocaron la tragedia, disipó, con el paso de las horas, cualquier parecido con el accidente turco que causó la muerte de 62 personas.
La suma de hipótesis aumentaba y, con ellas, el sufrimiento de unas familias a las que les era imposible encontrar consuelo entre tanta confusión. La primera versión del ministro de Defensa del Ejecutivo de aquel momento, José Bono, se centró exclusivamente en avalar la teoría de «siniestro». Al tiempo que Bono se trasladaba hacia Herat acompañado por un equipo de investigadores en accidentes aéreos, en España cobraba fuerza la idea de que un posible ataque exterior pudiera estar detrás de este terrible accidente. Un familiar de uno de los fallecidos afirmó que el piloto de la segunda nave involucrada en el accidente, que no causó ninguna baja, les llamó para informarles de la muerte de su hijo y les dijo: «Su helicóptero fue derribado. Recibieron fuego desde tierra. Fueron atacados».
Esta opción acabó convenciendo al gobierno tras ver unas fotografías enviadas desde Herat que descubren que el lugar donde cayó el avión -una llanura rodeada por montañas- no entraña dificultad alguna para un aterrizaje de emergencia en caso de avería. Pero el Ejecutivo no apostó mucho tiempo por esta teoría. Mientras entre los familiares de las víctimas cobraba fuerza la hipótesis de un ataque talibán, un año después del suceso, José Bono señalaba, basándose en el informe final de la comisión de investigación, como posibles factores una maniobra agresiva a poca altura del suelo, el perfil de «vuelo de riesgo» y las condiciones meteorológicas y orográficas adversas. Aunque la conclusión final fuera que las causas eran «desconocidas».
Lo que parecía que iba a ser un punto y final en la resolución del caso Cougar ET-659 solo se convirtió en un punto y aparte que persiste hasta la actualidad. Y es que el padre de una de las víctimas denunció «irregularidades» en la investigación, lo que supuso la reapertura de la causa en el 2008 ante la llegada de nuevas pruebas. Estas pesquisas no aclaran cuáles fueron las causas que hicieron que el avión se estrellara, pero, de momento, permiten descartar motivos que pudieran ser el origen de la tragedia.
Ayer, cuando se cumplía un decenio de un accidente rodeado de incógnitas, Mariano Casado, secretario general de la Asociación Unificada de Militares, expresaba en un tuit su pesar: «10 años hace hoy. Murieron 17 militares españoles. Aquí sus nombres. Defensa se ha olvidado de ellos».