El BNG presiona al PSOE para tener cuota de poder en las diputaciones

s. lorenzo, D. sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Imagen de archivo, Vence y Besteiro a la salida de una reunión en Santiago.
Imagen de archivo, Vence y Besteiro a la salida de una reunión en Santiago. XOÁN A. SOLER

Los socialistas llaman al Bloque a la «responsabilidade» tras su órdago, a 48 horas de la elección del presidente de la Diputación de Lugo

23 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La piedra de toque es la brecha abierta entre las dos formaciones por el candidato propuesto por los socialistas para presidir la Diputación Lugo, pero el alcance del órdago que el BNG ha lanzado al PSOE con su freno unilateral a las negociaciones para gobernar los organismos provinciales va más allá. Los nacionalistas defienden la necesidad de acuerdos programáticos que permitan avanzar en el desmantelamiento de esas instituciones, al traspasar parte de sus competencias a la Xunta y los concellos. Pero también quieren cuota de poder. «Non son tempos para decisións unilaterais, menos na conformación de órganos de goberno», advirtió ayer el Bloque en el mismo comunicado en el que anunció que daba por interrumpidos los contactos con el PSOE.

La decisión de los nacionalistas llegó al cabo de una hora de reunión con los socialistas en Santiago. Y a pesar de que el acuerdo más apremiante afecta al candidato a la presidencia de la Diputación de Lugo, porque el pleno de investidura está convocado para mañana, no es ese el detonante del órdago del BNG, que vincula la suspensión del diálogo a la «falta de avances reais na negociación dun acordo político programático nacional, que sirva para abrir unha nova etapa no funcionamento das deputacións no camiño da súa desaparición». Según las fuentes consultadas en el BNG, donde reclaman un compromiso para transferir recursos y competencias de esas instituciones a la Xunta y los concellos, el PSOE solo acepta mudar la forma de gestionar los organismos. El Bloque ha convertido esta demanda para vaciar de contenido las diputaciones en la premisa para cerrar el acuerdo.

Pero lo que está en juego es un reparto de cargos orgánicos en el que los nacionalistas subrayan su aspiración de tener visibilidad. «O BNG ten que ter un papel protagonista nalgunha das tres deputacións», proclamó Vence en un receso de la reunión del consello nacional del sábado en la que el Bloque trazó su estrategia. Los nacionalistas piensan en la Diputación de A Coruña, mientras esperan que el PSOE mueva ficha y proponga un candidato no imputado para la de Lugo.

Indicación de cambio

Desde el PSdeG no le restaron ayer trascendencia a la posición de fuerza exhibida por el BNG, pero llamaron a los nacionalistas a actuar con «responsabilidade», pues entiende que el pasado 24 de mayo los ciudadanos trasladaron en las urnas «unha indicación moi clara de cambio político» que ahora hay que canalizar. «Os cidadáns pediron cambio e o BNG ten que decidir si vai a facilitar que ese cambio se poda materializar ou si vai a permitir que goberne o Partido Popular», manifestaron fuentes de la dirección del PSdeG. Y es que en el partido que dirige Besteiro no contemplan otro escenario que no sea gobernar tres de las cuatro diputaciones, concretamente las de Lugo, Pontevedra y A Coruña, en las que el PP no logró la mayoría absoluta ni posee apoyos para acceder a la presidencia.

Los socialistas mantienen su confianza en llegar a un «entendemento» con el BNG, aunque la urgencia llama a su puertas, pues a diferencia de las corporaciones de Pontevedra y A Coruña, que no se renovarán hasta julio al estar pendientes de la resolución de varios recursos, la de Lugo se constituye mañana sin que por el momento exista indicio alguno sobre quien la presidirá.

«No veo al BNG dándole el Gobierno de la Diputación al PP», apuntan en el entorno del PSdeG, antes de remarcar que una decisión de este calibre podrían acabar dándole la puntilla a los nacionalistas, pues difícilmente sería entendido por su electorado que después de cogobernar la Diputación de Lugo y de aplicar su programa en diferentes parcelas, ahora rompan la baraja y le entreguen la institución al PP.

el gobierno de las diputaciones

El envite lanzado en el 2003 por los nacionalistas le arrebató al PSdeG la alcaldía de Vigo

El BNG reclama la presidencia de la Diputación de A Coruña, como ya hizo en el 2003, y pide definir un programa de gobierno para los entes provinciales tras cogobernar durante ocho en la de Lugo. Son exigencias puestas sobre la mesa por los nacionalistas que ponen de relieve que para el PSdeG el pacto de las diputaciones siempre se presentó como un doloroso parto, que en el 2003 ya le obligó a pagar un peaje carísimo: el de la alcaldía de Vigo.

Para investir a Fernández Moreda en A Coruña el BNG sacó como contrapartida que el alcalde de Vigo, Ventura Pérez Mariño, se sometiera a una moción de confianza. Y Corina Porro (PP) acabó de alcaldesa. Está por ver si ahora el Bloque irá tan lejos, aunque todo indica que en Lugo, donde PSOE y BNG gobernaron 8 años, acabarán entendiéndose.

30 pactos y una excepción

Estas tensiones no han aflorado en los concellos. PSOE y BNG se han repartido 30 alcaldías donde el PP no tuvo mayoría absoluta. Un empujón de las cúpulas bastó para cerrar unos pactos que dieron el bastón de mando al PSOE en 17 concellos, y al Bloque, en 11. Ni siquiera hubo problemas para acordar la alternancia en las alcaldías de Toques y A Rúa. La excepción es el concello ourensano de Ramirás, donde la falta de acuerdo entre el PSOE y el BNG permite al PP seguir gobernando.