Con el primer ministro luso Passos Coelho celebró tras las murallas del parador de Baiona la cumbre hispano-portuguesa
22 jun 2015 . Actualizado a las 16:08 h.Tras las murallas del parador conde de Gondomar de Baiona, Mariano Rajoy y el primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, acaban de iniciar la cumbre hispano-lusa previa a la participación de los dos jefes de ejecutivo en la cumbre extraordinaria de esta tarde en Bruselas.
Con casi 50 minutos de retraso sobre el horario previsto, ambos mandatarios pasaron revista a más tropas antes de iniciar la 28 edición de una cumbre en la que no se aguarda que se cierre temas de extraordinaria relevancia. Plantear de manera conjunta a la UE la petición de inversiones para mejorar la red eléctrica ibérica y que dichos proyectos sean financiados a cargo de los 21.000 millones del plan Juncker con el que el presidente de la Comisión Europea espera reactivar la economía de la unión, se anticipa como una de las decisiones de mayor calado de la reunión, recibida con algo de lluvia en la villa del Val Miñor.
La mejora del servicio ferroviario entre Vigo y Oporto será de nuevo en una cumbre materia de acuerdos entre los gobiernos de los dos países, que a lo largo de las cumbres de hace más de un decenio han pasado de acordar proyectos conjuntos de alta velocidad a manejar ahora adaptaciones del actual tren para ajustar sus tiempos de viaje a los 70 minutos prometidos por los equipos de Rajoy y Passos Coelho. Previsiblemente los responsables de obras públicas de España y Portugal firmarán esta mañana un acuerdo para programar la electrificación de la línea fronteriza.
Al margen de los acuerdos y de la unidad que los dos dirigentes conservadores escenificarán ante la crisis griega, la reclamación de mayor peso del Sur en la UE y la reivindicación de los 30 años de ambos países desde su integración europea, la atención se centra en cualquier gesto que Mariano Rajoy pueda realizar respecto a su anunciada reforma del Gobierno. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, que recibió en el parador a los dos jefes de Estado, ha declinado hablar hoy al respecto.
En rueda de prensa posterior a la cumbre Rajoy ha descartado que vaya a haber «lo que se entiende por una crisis» de Gobierno. Según el presidente, «no tendría sentido» a pocos meses de las elecciones generales.