La Policía Nacional accede a distribuir chalecos para sus agentes mujeres

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

GALICIA

M.MORALEJO

La decisión se toma después de que numerosas policías hubiesen devuelto las prendas por no adaptarse a su anatomía

23 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace poco más de mes y medio, una quincena de mujeres policía de Pontevedra y un importante número de agentes de A Coruña devolvieron sus chalecos antibalas por no adaptarse a la anatomía femenina. La situación fue denunciada entonces por la Unión Federal de Policía (UFP), sindicato que elevó una queja formal ante la Dirección General de la Policía.

En principio todo apunta a que la demanda no ha caído en saco roto. Desde el máximo organismo policial comunicaron a la UFP que «se han impartido instrucciones al servicio de Armamento y Equipamiento Policial para que se tomen en consideración las inquietudes planteadas».

Pese a que todo parece indicar que la Dirección General habría accedido a las pretensiones del sindicato, si bien sus representantes no las tienen todas consigo. Así, precisaron que si la solución «es la misma que se ha dado a la petición de chalecos para todos los policías, apañados estamos».

En este sentido, tras recordar que la Policía Nacional anunció recientemente que «ya ha entregado el 100 % de los chalecos a los servicios operativos de seguridad», la UFP precisó que la realidad es que quedan 47.821 agentes en todo el territorio nacional sin esta prenda de seguridad. «Nos encontramos que ahora disponen de chaleco 18.678 policías, no llegando ni de lejos siquiera a la mitad» del personal.

Los reproches de esta central sindical también aluden a la comunicación publicada el pasado 17 de abril en el Boletín Oficial del Estado por la que se sacó a licitación el suministro de 325 piezas de seguridad. Se trata de un número que consideran, a todas luces, insuficiente, toda vez que, «a este paso, serán los nietos de los que ahora prestamos servicio los que verán a toda la Policía Nacional con su chaleco de protección individual».

En cualquier caso critican que mientras no se disponga de prendas adecuadas para la anatomía femenina, las mujeres policía tendrán que seguir utilizando unas piezas «mal diseñadas y nada operativas». Se trata de prendas que «tienen el mismo corte y largura que el modelo masculino», por lo que, dado que el talle de los pantalones femeninos es más alto que el de los varones, el chaleco «tropieza con el cinturón y cuando estas se sientan les produce efecto guillotina sobre la barbilla».

Para solventar este problema, algunas piezas fueron ligeramente modificadas «con arreglos tipo Pepe Gotera y Otilio», tal y como reseñaron en su día las fuentes consultadas. En concreto, aludieron al hecho de que se les hubiese colocado «una banda en la zona del pecho para ajustar, produciendo una gran incomodidad y no siendo operativos para llevar». Sin embargo, pese a este apaño, los chalecos siguen sin adaptarse «al cuerpo de las mujeres», insistieron desde la UFP.

Fuentes sindicales añadieron que estas no son las únicas quejas que han formulado con respecto a los chalecos. Reprocharon que, por ejemplo, la Dirección General aún no se haya pronunciado con relación a algunas piezas cuya protección podría haber caducado. Este hecho fue denunciado el pasado mes de diciembre por Luis Calvo, delegado del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Pontevedra, quien matizó que en determinadas prendas consta el año 1989 como fecha de fabricación y «su caducidad es de diez años».

La UFP denuncia que aún hay 47.821 agentes que no disponen de estas prendas