En cuanto al robo del Códice, en el 2012 dijo que no lo había planeado. «Fui al baño [al claustro] y el deán salió y yo entré [en el archivo]. Aproveché la ocasión», explicó. Y después añadió a preguntas del fiscal que se lo había llevado «bajo la chaqueta».
¿Pero por qué robó el libro? «Por venganza», afirmó ante Taín, y añadió que en la catedral «me habían humillado mucho» cuando, tras muchos años de trabajo en el templo, le despidieron sin pagarle ninguna indemnización por haber estado siempre sin contrato y sin estar dado de alta en la Seguridad Social. En aquel momento José María Díaz no era deán «y él me dijo que reclamara mis derechos porque a la catedral le sobraba el dinero», pero cuando el canónigo accedió al cargo «cambió» y vio traicionada una relación que había sido «muy buena, no le voy a decir que como padre e hijo, pero sí que como tío y sobrino», señaló.