«Con los atentados de Francia vimos que todos somos objetivos terroristas»

José Manuel Pan
josé manuel pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

CESAR QUIAN

Villanueva asegura que la alerta se elevó por prudencia y responsabilidad

18 ene 2015 . Actualizado a las 17:33 h.

El 24 julio del 2013, Santiago Villanueva Álvarez (Monterrei, Ourense, 1966) se disponía a celebrar su cumpleaños con su mujer y sus hijos en un restaurante compostelano cuando sonó el móvil. Un mando policial le comunicó que había habido un accidente de tren y que un coche pasaría a recogerlo: «Fui de los primeros en llegar. Aquello era dantesco. Me encontré a un señor que caminaba por las vías totalmente desorientado. Solo decía que había mucho ruido y que quería marcharse de allí». Villanueva era director xeral de Emerxencias y responsable de la Policía Autonómica. Año y medio después de la tragedia de Angrois, este hijo de guardia civil es el delegado del Gobierno en Galicia. Las responsabilidades del descarrilamiento de Angrois aún no se han determinado ni judicial ni administrativamente.

-Las familias de las víctimas no entienden que solo esté imputado el maquinista.

-Hay que comprender a las familias, que están deseando saber quién es el responsable. Yo no soy un experto, pero está claro que el accidente se produjo por una velocidad inadecuada. Pero hay que esperar a la finalización de la investigación judicial y de las comisiones abiertas.

-¿Cómo recuerda la gestión de aquella catástrofe?

-Aquello era algo desproporcionado, algo que nadie se podía imaginar. Un mes y pico antes habíamos hecho en Laza un simulacro de accidente de tren, con medios de emergencia y sanitarios de Galicia y Portugal. Eso te prepara, pero en Angrois se desbordaron todas las previsiones. No había nada previsto para una catástrofe de esa magnitud. Allí intervinieron unos 4.000 profesionales de distintas áreas. Creo que todo funcionó bien. Quiero destacar la labor de todos los que trabajaron allí y cómo se volcaron los vecinos de Angrois y la ciudad de Santiago.

-Estamos en plena alerta por la amenaza yihadista.

-La alerta se elevó en toda España como consecuencia de los atentados cometidos en Francia. Se hizo por prudencia y responsabilidad. Eso implica una mayor protección de instalaciones estratégicas como puertos y aeropuertos y mayores controles. Es una alerta temporal, provisional y nadie va a ver restringidos sus derechos. Es positivo un mayor control porque todos somos objetivos de determinados grupos radicales como los yihadistas. Con lo que pasó en Francia vimos que todos somos objetivos. Le tocó a Francia, pero le pudo tocar a cualquier país europeo.

-¿En Galicia no hay riesgo de atentados yihadistas entonces?

-Hablando de terrorismo decir que no hay riesgo es muy aventurado, pero no se ha elevado la alerta porque se haya detectado algo especial en España o en Galicia. Es una situación preventiva. Pero en Galicia no hay nada que nos indique que somos un objetivo a destacar.

-Eso se une a la amenaza terrorista de Resistencia Galega.

-Desgraciadamente, somos la única comunidad en la que hay un grupo terrorista activo, como es Resistencia Galega, un grupo activo que lo demuestra con atentados como el último en Baralla. Afortunadamente no hubo víctimas, pero puede haberlas en cualquier momento. En Baralla pusieron una bomba en el exterior del Ayuntamiento, en una plaza pública. Podían pasar personas por allí y entonces hablaríamos de daños irreparables. Todos tenemos que estar alerta ante esta banda terrorista.

-Su cargo tiene una importante vertiente política, y más en año electoral. ¿Le han pedido que venda el fin de la crisis?

-No me lo tienen que decir. Es evidente que hay una recuperación. Partíamos de una situación muy complicada. Cuando este Gobierno llegó, la situación era dramática en España. Necesitamos estabilidad, que esa recuperación se consolide con un proyecto serio, y que se traslade a la calle esa recuperación que ya se vislumbra en los datos macroeconómicos.

-Pero mucha gente lo pasa mal.

-Claro que hay mucha gente que lo está pasando mal. Esos datos macroeconómicos tienen que trasladarse a la población.

-Año electoral, y con Podemos.

-En una sociedad democrática hay que admitir todos los proyectos políticos, pero creo que un proyecto político serio es el que tenemos ahora porque los datos demuestran una recuperación. Promesas puede hacer todo el mundo, pero yo creo que hay que atenerse a una realidad que puedas cumplir, y ciertas cosas que oímos son irrealidades, no podemos engañar a la población con determinadas cuestiones. Se requiere una estabilidad política e institucional, y no declaraciones incendiarias que hacen determinados grupos políticos.

-¿Hay casta en Galicia?

-¿Qué es casta? ¿A qué le llaman casta? Se lo dicen a los políticos, ¿pero ellos no son también políticos? No se puede querer entrar en el juego de los políticos y descalificar a los políticos. Yo no me considero casta en absoluto. Casta a lo mejor son ellos, y son los que están marcando las distancias.