El juzgado de Vigo mantiene el cierre de los puestos del mercado tras el golpe policial y los comerciantes de la zona se quejan de la pérdida de clientes
09 nov 2014 . Actualizado a las 16:54 h.Cuando ya han transcurrido 23 días de la mayor redada policial en el mercado de A Pedra, en Vigo, los puestos de estas instalaciones municipales continúan cerrados. Los precintos de la Policía Nacional siguen colocados sobre las persianas bajadas de los negocios. El juzgado de Instrucción número 3 de Vigo mantiene la investigación abierta. Tras el decomiso de varias toneladas de artículos falsos en más de cien cajas, las labores se centran ahora en calcular el valor de los artículos aprehendidos el pasado 15 de octubre en una espectacular toma del histórico mercado vigués por parte de decenas de policías.
El juzgado aún no ha decidido cuando podrán reabrirse los locales, mientras decenas de personas y empleados se ven ante un futuro incierto mientras dura esta medida cautelar. Lo cierto es que una vez que se reabran las instalaciones, tendrán que hacerlo en otras condiciones, cuidándose los comerciantes de no vender productos que estén bajo sospecha. Precisamente eran los artículos falsificados lo que hacía singular a este mercado y atraía cientos de turistas cada día.
Todo el área circundante al mercado de A Pedra, en el casco vello de Vigo, se resiente de la clausura de las polémicas tiendas. Los hosteleros se quejan de que desde la intervención policial ha disminuido drásticamente el número de clientes. El cierre no solo ha supuesto una menor llegada de visitantes.
También los propietarios y empleados de las tiendas precintadas eran consumidores en los negocios de la zona. Los restaurantes sirven menos menús del día; se compra menos lotería en el establecimiento ubicado en la parte inferior y las cafeterías están menos pobladas. «Esto es un desastre, a este paso nos vamos a ver obligados a echar nosotros el cierre también», se quejaba ayer la propietaria de una tienda de artículos de recuerdo situada en las proximidades.
La zona tiene tres puntos de interés para los turistas. El placer de degustar unas ostras, comer en las marisquerías del entorno e ir de tiendas. «Nos hemos quedado cojos», manifestaba ayer uno de los hosteleros instalados en el entorno de A Pedra. Ninguno de ellos quiere dar su nombre por temor a represalias o por miedo a que se malinterpreten sus palabras.
Pero lo cierto es que todos echan en falta la apertura de los puestos del mercado. «Deberían permitirles abrir con la condición de no cometan ilegalidades, porque esta situación nos está afectando a todos», afirmaba también otro hostelero del lugar.
Bien es verdad que la llegada del mal tiempo y el final de la temporada de cruceros también ha sido determinante para que haya disminuido el flujo de visitantes en la zona y las calles del Casco Vello estén medio vacías estos días.
Los comerciantes dan por perdida la próxima campaña de Navidad. Eran muchos los clientes que se acercaban por estas fechas para comprar artículos a buen precio.
Quienes no se han retirado de la zona son las decenas de comerciantes que sitúan sus puestos en una calle cercana, en la Baixada A Fonte, y en la que normalmente se venden toda clase de bolsos falsificados de marcas muy conocidas.
Los comerciantes se habían quejado porque mientras se actuaba contra los que se encuentran instalados dentro del mercado de A Pedra, a los ambulantes de la calle se les permitía la venta de bolsos falsificados con total impunidad. Días después de la redada en A Pedra, agentes de la Policía Local y de la Nacional llevaron a cabo una intervención conjunta en este tramo de la calle. Los primeros buscaban comerciantes sin licencia como ambulantes, mientras que los efectivos de la Comisaría identificaron a varias personas por estancia irregular en nuestro país.
El mercado de A Pedra se resiente de la última redada policial por los presuntos delitos que se estaban cometiendo en su interior en contra de las grandes marcas de compañías multinacionales. Los comerciantes imputados y quienes continúan desarrollando su labor en las inmediaciones se preparan para un invierno muy duro.