Vecinos «en vela» por falta de luz

Santiago / La Voz

SANTIAGO CIUDAD

Parroquias de Santiago ponen velas en puntos donde fue robado el cobre

17 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

A parroquias históricas de Santiago como A Sionlla, O Eixo, Marrozos, San Xoán de Fecha, Enfesta, Cesar, Figueiras o Laraño la luz pública llegó a las calles y pistas avanzados los ochenta. Hace un par de años volvió a irse, coincidiendo con la oleada de robos masivos de cable de cobre, que tenía buena venta. Desde entonces, los vecinos de estas zonas, algunas no muy alejadas de importantes vías de comunicación o del centro urbano, campan por sus fueros a oscuras, porque nadie se ha preocupado de reponer el material robado.

Con poca luz, pero dispuestos a sacarles los colores a los responsables municipales, los vecinos han iniciado este mes una curiosa campaña de escarnio, que consiste en salir por las noches y colocar velas junto a los puntos de iluminación pública que llevan meses apagados. Lo hicieron ya a principios de mes, y ayer regresaron ante las «promesas incumpridas» de los concejales García Bello y Juan de la Fuente (PP), tal como afirma el representante vecinal José Quintáns. «Pedimos que o pouco que temos se manteña, non é ningún luxo», lamentaba.

Una empresa arruinada

Y eso que en el Concello de Santiago sí fueron sabiendo de estas penurias en los últimos dos años, pero al parece peor lo estaba pasando la empresa encargada del servicio de alumbrado público de la ciudad, que después de décadas tirando cable y arreglando farolillos por Compostela se arruinó y dejó sin reparar decenas de puntos sustraídos por los cuales tampoco recibían compensación municipal. Todo una madeja liada que sigue enredada en los despachos de Raxoi, más preocupados estos días por las cuestiones judiciales pendientes, por mucho que algún lumbrera quiera dar sensación de normalidad.

El concejal Juan de la Fuente aseguró a los vecinos a principios de mes que todo estaba pendiente de una firma del interventor municipal para empezar a reponer el cableado «pero a realidade e que seguimos sen servizo. O concelleiro volve a mentir e ten unha ausencia total de diálogo», comentan los vecinos, que ayer volvieron a la carga con sus velas y sus carteles, que advierten que los suyo es simplemente «unha alternativa» a la inoperancia del Concello compostelano. Ante esta segunda movilización desde el pazo de Raxoi se adelantaban a la protesta y sacaban la calculadora: hasta 280.000 euros han salido de las arcas del pazo de Raxoi a lo largo de este mandato para pagar la reposición del cable robado, y aseguran que en los últimos días han estado trabajando en la zona de Aríns, muy cerca del Monte do Gozo para reponer el servicio.

Desde luego, en las aldeas que ayer volvieron a salir a tientas a la calle ni han visto ni oído nada sobre esas inversiones, y sin embargo sí escucharon este mismo mes de boca de una concejala popular que se iban a gastar medio millón de euros para ajardinar las rotondas de toda la ciudad. «¿Como pode presumir o goberno local de ter 4,5 millóns de superávit?», se preguntan con justificada indignación desde las pequeñas aldeas esparcidas por el municipio, que siempre se han sentido marginadas respecto al casco urbano compostelano.

Un peligro en invierno

A medida que avanza la primavera hacia la noche más corta los vecinos han ido retrasando el encendido de las velas, que ayer pactaron para hacerlo después de las diez de la noche. Pero la situación fue crítica y preocupante en invierno. «No rural a xente móvese pola estrada e non hai beirarrúas, e no inverno isto estivo moi perigoso», afirma Fontáns, que hasta ofrece soluciones, como que el nuevo cable eléctrico sea de aluminio, que funciona igual «e que non ten interese comercial».