Peter Velicky: «Es triste que la gente siga jugando irresponsablemente con su vida»

María Vidal Míguez
María Vidal A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

NOVY CAS

Mañana se cumplen dos años de la muerte de su hijo, y contempla con pesar cómo algunas personas aún no se toman en serio las olas

26 ene 2014 . Actualizado a las 18:57 h.

Hace dos años que Peter Velicky perdió a uno de sus tres hijos. La madrugada del 27 de enero del 2012 el mar arrebató cuatro vidas en la playa del Orzán. La imprudencia del estudiante eslovaco Tomas Velicky, que se acercó a un mar embravecido (estaba declarada la alerta naranja), se saldó con su muerte y las de Rodrigo Maseda, Javier López y José Antonio Villamor, tres agentes de la Policía Nacional que intentaban rescatarlo. Fue un duro golpe, quizás el peor que le ha dado la vida, que nunca volverá a ser igual. Pero lejos de hablar con rabia y dolor, Peter Velicky se muestra sereno, esperando reunir las fuerzas suficientes para regresar a la ciudad, donde su hijo planeaba instalarse hasta que una maldita ola se lo llevó. El padre del joven eslovaco lamenta que haya gente que se siga arriesgando irresponsablemente sus vidas, a pesar de las alertas.

-¿Cómo está usted, su mujer y sus hijos?

-Desde hace dos años, la pregunta de cómo estamos es la más difícil que se nos puede hacer. Ya nunca volveremos a estar del todo bien, solo hay días mejores y peores, pero estamos aprendiendo a vivir con ello.

-Mañana se cumplen dos años. ¿Tienen pensado hacer algo especial?

-No estamos preparando nada especial. Nos alegra que tras finalizar su semestre nuestro hijo Matus vuelva de Praga, donde estudia Medicina; y los cuatro juntos recordaremos a Tomas, Rodrigo, José Antonio y Javier.

-¿Dónde descansan los restos mortales de Tomas?

-Los restos de Tomas reposan en una casita (pequeño panteón) que construimos en el jardín de nuestra casa, así que podemos ir a verlo siempre que sentimos la necesidad de hacerlo, y también de vez en cuando vienen a verlo aquí sus amigos. No es del todo usual en nuestro país, pero queríamos tenerlo lo más cerca posible.

-¿Cree que Tomas se habría quedado a vivir en España?

-Sí, Tomas adoraba A Coruña, uno de sus planes era volver allá tras terminar sus estudios e intentar vivir allí.

-¿Han pensado en volver a Galicia algún día?

-Aún no hemos encontrado la fuerza para volver a A Coruña, pero con el tiempo seguramente podremos hacerlo.

-La primera vez que vino a A Coruña tuvo la oportunidad de reunirse con la familia de uno de los policías. ¿Cómo fue el encuentro?

-Es inolvidable con qué tolerancia y sin ningún rencor me recibieron los padres de Rodrigo durante mi primera visita a A Coruña.

-¿Mantiene todavía contacto con la familia de Rodrigo?

-Sí, desde que pasó la desgracia tenemos contacto de manera frecuente. Se ha creado una especie de lazo familiar entre nosotros. Su pura y firme fe en el reencuentro con nuestros hijos en esa dimensión superior nos refuerza mucho también a nosotros.

-No así con las otras dos?

-Entiendo perfectamente la decisión de las familias de Javier y José Antonio, que durante mi estancia en A Coruña no encontraron fuerzas para vernos. Sé cómo vivieron y siguen viviendo el dolor y me gustaría pedirles perdón de parte de Tomas.

-¿Está al tanto sobre lo que pasó a principios de año en Valdoviño, en Ferrol, con tres personas de la misma familia que desaparecieron por un golpe de mar?

-Por supuesto que sabemos de tragedias parecidas causadas por esas olas fatales en Valdoviño, o en Portugal.

-¿Qué piensa cuando a pesar de las alertas la gente sigue poniendo sus vidas en peligro?

-Es triste y malo que la gente no sea capaz de aprender, que sigan arriesgando irresponsablemente sus vidas y, en consecuencia, causen daño no solo a sí mismos, sino a todos los que los aman. Nuestro dolor sería más soportable si supiéramos que la muerte de estos cuatro chicos no ha sido del todo inútil.