Feijoo relativiza las imputaciones por la operación Pokémon

M. Cheda / Xosé V. Gago SANTIAGO, A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

El presidente y el gobierno local coruñés recurren al reciente archivo de una pieza del caso Campeón para pedir «responsabilidade» y «prudencia»

28 dic 2013 . Actualizado a las 16:33 h.

Tenía ayer una papeleta complicada el presidente del PPdeG, Alberto Núñez Feijoo, al comparecer ante la prensa solo unas horas después de trascender que la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo, Pilar de Lara, ha imputado a 12 concejales, altos cargos y funcionarios del Concello de A Coruña, actualmente gobernado por los populares, en el marco de la Pikachu, la rama herculina de la Pokémon, una operación contra la corrupción en toda Galicia. Al término de la reunión semanal de su Gabinete, reaccionó a la noticia intentando relativizarla. Para ello, tiró de actualidad y adujo que, así como estos días se han difundido esas 12 imputaciones, también ha trascendido el archivo de una pieza separada del caso Campeón, un sobreseimiento en virtud del cual han quedado libres de sospecha en adjudicaciones de obras públicas el exdiputado conservador Pablo Cobián y la directora de la Axencia Galega de Infraestruturas, Ethel Vázquez, amén de otros cuatro miembros de la Consellería de Medio Ambiente.

«Esta semana -expuso el presidente a preguntas de los medios- temos novas imputacións e novas desimputacións». «Hai determinadas imputacións duns xuíces que outros consideran que non proceden. Se hai novas imputacións, veremos que din os xuíces [que as asuman] cando lles cheguen as pezas separadas [de De Lara] aos seus xulgados», dijo. Asimismo, indirectamente, puso en cuestión la magnitud de la Pokémon, que en 400 días ya suma un centenar de implicados sin que la instrucción haya terminado ni el secreto de sumario haya sido levantado. «Estamos ante un asunto con poucos antecedentes pola amplitude do mesmo», señaló, para luego admitir que él presta «atención adicional» a su desarrollo. Y añadió: «Os cidadáns están moi atentos tamén para coñecer o desenlace de esas cen imputacións».

Igualmente, Feijoo reivindicó para los señalados por De Lara el derecho a la presunción de inocencia, si bien a la par manifestó «respecto» por el trabajo de la Justicia. Los magistrados han de proceder «con independencia», pero, al tiempo, «con responsabilidade», apostilló.

Temor a nuevas citaciones

Como si hubiese leído el mismo argumentario que Feijoo, el edil de Urbanismo de A Coruña, Martín Fernández Prado, recurrió al ejemplo de Cobián sin citarlo: «Queremos ser prudentes e insistir en la presunción de inocencia y más esta semana que hemos visto casos de personas que han sido llamadas a declarar como imputados y se han archivado las causas».

«A la vista de esos casos», Fernández Prado pidió «no hacer juicios paralelos» y solicitó «prudencia a ustedes -la prensa- y la opinión pública por si se archivan» las causas.

También recordó que «no hay ningún acusado ni por supuesto ningún condenado», e incluso aseguró que De Lara «ha llamado a declarar solamente para tomar testimonio», aunque solo uno de los trece citados comparecerá como testigo, el resto lo harán como imputados (según la RAE «persona contra quien se dirige un proceso penal»).

De todos modos, el ambiente en el palacio municipal de María Pita es tenso debido al temor de que en los próximos días puedan producirse nuevas imputaciones relacionadas con la operación Pikachu.

El edil de Urbanismo es el único miembro del gobierno local de A Coruña que ha hecho declaraciones desde que el jueves se conocieron las primeras imputaciones. El alcalde, Carlos Negreira, no tenía actos públicos en su agenda y no ha comparecido de forma extraordinaria.

Fernández Prado habló del asunto tras explicar los acuerdos de la junta de gobierno celebrada esa mañana. Esas ruedas de prensa suele darlas el portavoz del gobierno, Julio Flores, uno de los imputados. La aparición de Prado, prevista desde el lunes porque la mayoría de los asuntos eran urbanísticos, motivó que se le preguntase si había asumido la portavocía, algo que se negó desde María Pita.