La portavoz del PP acusa al dirigente de AGE de solidarizarse con las familias de los terroristas en vez de hacerlo con las de las víctimas
19 sep 2013 . Actualizado a las 05:17 h.El líder de la coalición Alternativa Galega de Esquerda (AGE), Xosé Manuel Beiras, se quejó este miércoles de que «sempre se sacaron de quicio» sus palabras, algo que también considera que ocurre con sus controvertidas apreciaciones en relación a los cuatro activistas de Resistencia Galega que fueron condenados en la Audiencia Nacional por terrorismo, a los que aludió como héroes e incluso como mártires.
El dirigente nacionalista aclaró que «defendín sempre» la Constitución española en tanto no se elabore otra más avanzada, a la vez que condenó expresamente los actos violentos como los atribuidos a Resistencia Galega, así como la instalación de artefactos explosivos. Ahora bien, también señaló que quienes tomaron este camino es porque llegaron a la conclusión «de que aquí só unha acción heroica pode cambiar as cousas» y de que entre esos activistas hay quien «está disposto a ser mártir».
A renglón seguido, acusó al poder establecido y a sus políticas de ser el detonante de estos actos. «Son eles os que están provocando que haxa unha espiral de violencia», dijo el líder de Anova Irmandade Nacionalista en alusión directa al Gobierno y al PP, partido al que consideró corrupto «dende os pés até a cabeza». A su juicio, acciones como las de Resistencia Galega son el resultado de cuando «se atrancan todos os mecanismos democráticos e se demoniza á cidadanía que se rebela»
A las palabras de Beiras también aludió este miércoles la portavoz de la dirección del PP, Paula Prado, en una entrevista concendida a Radio Galega, en la que sostuvo que mientras el máximo dirigente de AGE se solidariza «coas familias dos terroristas», los populares se solidarizan «coas familias das vítimas».
Prado advirtió a Beiras que terrorismo como el ejercido por Resistencia Galega u otras organizaciones es precisamente «o único fascismo» que está vigente en España desde hace 40 años, y se lamentó de que en el grupo AGE haya diputados que estén dispuestos a romper con la tradición parlamentaria del diálogo.