Sin geriátrico por no poder pagar

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Fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

GALICIA

El octogenario: «Arreglareime; xa vivín só antes e saín adiante»

04 ago 2013 . Actualizado a las 12:38 h.

Antonio Lopes Gonçalves (81 años) esperaba ayer a las puertas de la residencia Nuestra Señora de la Salud, en A Peroxa (Ourense), a que lo fuesen a buscar, como cada sábado, para ir a ver a su mujer. Ella, enferma de alzhéimer, vive desde hace cuatro años en la residencia de Bande, el municipio en el que ambos residían juntos desde hace casi medio siglo. Hasta noviembre del 2012, Antonio recorría todos los días andando los diez kilómetros de distancia que separaban su casa de Santa Comba del centro residencial en el que está su mujer. Pero una noche un vecino lo vio caído detrás de la escalera, mojado y muy frío. Había sufrido un infarto hemorrágico hemisférico de origen embólico.

Antonio ingresó en el CHUO y cuando fue dado de alta lo trasladaron a A Peroxa. Desde entonces, cada fin de semana, María Alves, la hija de su mujer, lo llevaba a ver a su madre.

El viaje de ayer fue distinto. Antonio salió de la residencia con tres cajas en las que iban empaquetadas todas sus cosas. Y es que tiene una pensión de 525 euros, así que no puede pagar los 1.200 que cuesta su plaza.

Al margen de su estancia como convaleciente en A Peroxa, Antonio tiene derecho a una plaza residencial pública. Tras el accidente cerebral le reconocieron una dependencia en grado 2 y la Consellería de Traballo e Benestar dictó una resolución el 29 de enero del 2013 reconociéndole, por la ley de dependencia, su derecho «a un servizo público de centro de atención residencial para maiores en situación de dependencia». Esa plaza nunca le ha sido asignada.

«Arreglareime, que remedio; xa vivín só antes e saín adiante», matiza Antonio. Reconoce, eso sí, que no está tan ágil. «Por riba vístome ben, cóstame ao facer así», explica mientras se inclina hacia delante. Ha sufrido dos operaciones de hernia.

Su abogado de oficio registró un escrito en la Xunta el 18 de julio alertando del abandono de la residencia de A Peroxa y pidiendo su traslado a Bande o ayuda económica para cubrir los gastos asistenciales. No hubo respuesta.

Fuentes de la Consellería de Benestar indicaron ayer que técnicos de la Xunta trabajan en el caso para buscar «una solución adecuada». Precisaron que antes debe pedirse a los servicios sociales de Bande un informe sobre la situación de Antonio Lopes.

La consellería ha explicado que el plazo que esperan los dependientes para recibir una plaza pública es de tres meses. Además, Antonio está limitado por su preferencia por un centro de la provincia de Ourense.

Los mismos técnicos estudian la petición económica formulada por Antonio Lopes.