El navarro prefiere no valorar la reforma que prepara el Gobierno, pero defiende un sistema de protección saneado
28 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Joaquín Nieto Sainz (Mendavia, Navarra, 1956) es el director de la oficina de la Organización Mundial del Trabajo (OIT) para España desde hace dos años. El viernes estará en A Coruña para clausurar un curso de posgrado sobre responsabilidad social de la cátedra Inditex-UDC.
-No parece que corran buenos tiempos para la OIT.
-No son buenos para los trabajadores, pero es justamente ahora cuando los principios de la OIT tienen más sentido. La organización nació para fijar unas normas que garantizaran unas buenas condiciones de trabajo. Obviamente cualquier deterioro de esas condiciones es una mala noticia, pero en determinados países están mejorando y en otros peligran.
-¿España estaría en ese segundo grupo?
-Como sucede con todo el sur de Europa, España está viviendo una situación muy difícil porque el paro es insoportable, se han reducido los ingresos y hay cierto deterioro de las condiciones de trabajo.
-¿Y qué puede hacer la OIT?
-Son los Gobiernos, los agentes sociales, organizaciones empresariales y las autoridades europeas los que deben resolver esta situación. A la OIT no le corresponde decir qué políticas concretas deben hacer. Pero sí que deben hacerlo a través del diálogo social y poniendo como prioridad el empleo y el trabajo decente. Nosotros juzgamos las políticas en función de la evolución del empleo y del trabajo decente y creemos que en Europa, y particularmente en los países del sur, debe haber alguna corrección porque las políticas de austeridad extrema sin inversión productiva no están resolviendo los problemas. Tiene que haber políticas de consolidación fiscal, claro que sí, hay que reducir el déficit, la deuda, pero hay que hacerlo en unos plazos razonables y combinarlas con unas reformas que permitan reducir el desempleo. Con este paro es difícil reactivar la economía y hacer que avance el trabajo decente.
-¿Diría que las condiciones de trabajo en España son indecentes?
-En España, el desempleo ha alcanzado la cifra del 27 % y el juvenil, el 51 %. El paro es la principal carencia para el trabajo decente y mientras siga aumentando España se va alejando de los objetivos de trabajo decente.
-¿Qué debe hacer entonces el Gobierno?
-Debe haber inversión productiva y reformas financieras y fiscales para generar empleo. Eso implica un camino de política económica diferente.
-¿Ven luz al final del túnel?
-Esto va para años, en plural, y si no se cambia de orientación la situación puede empeorar. Todos los análisis que hacemos son bastante sombríos.
-¿Qué modelo productivo podría salvar a España?
-El problema de la economía española no ha sido una regulación u otra del mercado de trabajo, sino que la caída tan fuerte del empleo ha sido por la crisis de un modelo productivo que se ha desplomado basado en la edificación. El hundimiento de la construcción ha llevado al hundimiento del empleo. España necesita un modelo nuevo, moderno, basado en la economía sostenible, la economía verde, investigación y desarrollo, comunicación... La balanza de pagos demuestra que el sector industrial exportador es competitivo. Pero, en cambio, el sector energético importa cada año 45.000 millones de petróleo y gas cuando tiene unos recursos renovables fantásticos. Esa dependencia energética es la otra gran causa de la crisis. Sin esos 45.000 millones anuales de importaciones energéticas la competitividad de la economía española sería mucho mayor.
-El Gobierno va a reformar las pensiones. ¿Qué le parece?
-No tengo datos suficientes para valorar esa reforma, pero la protección social, pensiones incluidas, es una de las prioridades de la organización y lo que está claro es que la salud de esos sistemas dependen sobre todo del empleo.
-O sea que la salud del sistema español es mala.
-Es mala en este momento, pero tiene solución porque es posible volver a crear empleo y lograr un sistema de protección social saneado. Nosotros lo que decimos es que tienen que ser pensiones suficientes, dignas, pero respecto al sistema concreto no somos quién para intervenir. Entendemos que cada país debe decidir el suyo.