Mantenerse en el mercado con precios por debajo del coste

D. C. LUGO / LA VOZ

GALICIA

14 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El transporte fue el primer sector en el que se asentó la crisis, lo que supuso varios paros patronales. El más sonado, el de junio del 2008. El origen de aquella convocatoria fueron también los precios que pagaban las cargadoras por el traslado de las mercancías en camiones. Los empresarios y autónomos se quejaban de que no conseguían repercutir los costes, que desde ese año fueron en aumento, especialmente en el caso del combustible. Las cosas han cambiado desde aquellas protestas. Pero, no precisamente para bien. La flota gallega ha sufrido un importante recorte, con cientos de camiones parados y la desaparición de numerosas empresas.

La polémica

Trabajar por debajo de coste. No es algo nuevo. Se viene arrastrando desde hace tiempo. Fuentes consultadas señalaron que hay cargadoras que están pagando a 0,65 euros el kilómetro, cuando, según el Observatorio de Costes que actualiza periódicamente el Ministerio de Fomento, mover un vehículo articulado de carga general supone un gasto de 1,320 euros, con carga, y de 1,122, sin ella, de acuerdo con los datos del pasado mes de enero. Las mismas fuentes subrayaron que trabajar con el vehículo cargado por menos menos de un euro el kilómetro supone hacerlo jo de costes. Otras, sin embargo, aseguran que el umbral está en los 0,90 euros.

Escasean las cargas

Reparto por Internet. La crisis ha eliminado del mercado a importantes empresas gallegas, que antes eran potentes cargadoras. En Lugo uno de los ejemplos es Tablicia, para la que trabajaban medio centenar de vehículos. Escasean las cargas y, pese al descenso experimentado por la flota de camiones gallega, la oferta para realizar los portes es numerosa. No solo la procedente de empresas de Galicia. También las grandes firmas de transporte europeas tratan de quedarse con una parte de la tarta. El reparto de cargas a través de Internet es un sistema que está imperando en el mercado. Y ahí el viaje se lo lleva el mejor postor. En este caso tienen garantizados los retornos. La guerra de precios no es exclusiva de las compañías de fuera. Las locales también tratan de sobrevivir en este entorno.

Ajustar gastos

Comer bocadillos y dormir en el camión. Los transportistas se quejan de que es imposible ajustar más los gastos y de que el sector está al límite de sus posibilidades. Y muchos nada tienen ya que perder. La práctica de comer bocadillos y dormir en la cabina es generalizada tanto en autónomos como en chóferes que trabajan para las empresas que, de esa forma tratan de mitigar la bajada de sueldos, que es una práctica ya generalizada. En algún momento se llegó a vincular el robo de combustible de los vehículos aparcados en áreas de servicio con transportistas que pretenden ahorrar en gasoil a costa del compañero.

Empleo

Chóferes rumanos a 600 euros. En el cóctel de circunstancias que podrían explicar la guerra en el sector podría incluirse también que algunas empresas están contratando a chóferes rumanos que, según aseguran, realizan el mismo trabajo que los nacionales, por entre 500 y 600 euros al mes.