Feijoo, sobre las fotos con Marcial Dorado: «La infamia terminó»

m. cheda / x. melchor SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

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Sostiene que Taín avala su versión sobre Dorado, aunque el juez hable de «una o dos» charlas «inocuas» entre el presidente y el hombre que sería después condenado por narcotráfico

04 abr 2013 . Actualizado a las 10:42 h.

Cogió la pala de sepulturero y, sobre la fosa adonde había arrojado su problema, vertió tres palabras como de entierro: «La infamia terminó». El presidente de la Xunta quiso ayer dar por zanjada la polémica abierta cuatro días antes a raíz de la publicación de unas fotos de hace 18 años en las que se le puede ver junto a Marcial Dorado. Alberto Núñez Feijoo fundamentó su sentencia en que el propio captor del narco arousano, el juez Vázquez Taín, lo había exonerado públicamente de conductas delictivas. En efecto, el magistrado había hecho eso, pero también revelado conversaciones telefónicas entre el contrabandista y el hoy jefe del Ejecutivo autónomo del 2001 al 2003.

El lunes, en rueda de prensa, el mandatario popular había fechado en 1998 el «enfriamiento» de su relación con Marcial Dorado. «Creo que la última vez que lo vi -abundó entonces- fue como consecuencia de la muerte en accidente de tráfico del señor Manolo Cruz», la cual se produjo hacia las 4.45 horas del 5 de agosto de 1999. Ayer, en declaraciones a La Voz, Taín situó más allá de ese año el cese del contacto entre ambos. Tanto PSOE como AGE y BNG aprovecharon la circunstancia para, sin ambages, acusar de «mentiroso» al líder del PPdeG, amén de para reclamar su dimisión, otra vez.

En cambio, el entorno de Feijoo leyó el asunto de manera muy diferente. «Las palabras del presidente y del juez son perfectamente compatibles. [...] La oposición las manipula para intentar prolongar algo ya acabado», valoraron fuentes gubernamentales, que, en alusión a socialistas y nacionalistas, apostillaron: «Sin embargo, ignoran claramente, porque les interesa, que ha quedado probado que no había ningún tipo de indicio sobre ningún tipo de delito».

Esta última parte del discurso oficial se basa en lo desvelado por Taín. El togado recordó que en el transcurso de la operación South Sea, por la que finalmente fue encarcelado Dorado, la policía había efectuado pinchazos telefónicos entre el 2001 y el 2003. Y que, a partir de ellos, se recogieron «una o dos» charlas entre Feijoo y el narcotraficante «que eran absolutamente inocuas, irrelevantes para la investigación». «Ahí -agregó- ni se hablaba de establecer ninguna cita, ni contratos, ni de negocios ni de nada de nada. Estaban situadas en el ámbito de una felicitación por Navidad o por un cumpleaños». Como no afectaban al caso, «ahora ni tan siquiera puedo recordarlas con certeza», añadió el magistrado.

La memoria de Taín es mucho más sólida en lo concerniente a las fotos halladas durante el registro, en noviembre del 2003, dentro de la mansión que Dorado posee en A Illa (Pontevedra). Como ya adelantó este periódico, el juez deja claro que ninguna de las «muchísimas» instantáneas aparecidas en el inmueble salieron de allí. «Nadie, ni del juzgado ni de la policía, cogió ninguna de esas fotos, por lo que no han podido filtrarse de esa manera», precisó. Del mismo modo, corroboró que Feijoo no es el único personaje que aparece en ese particular álbum de recuerdos que aún conserva el narco arousano. No obstante, no quiso entrar a señalar qué otros políticos figurarían en las instantáneas.

La afición de Marcial Dorado por las fotos es bien conocida por la policía desde hace años. Acostumbraba a tomar esas imágenes y a conservarlas a buen recaudo. Los agentes que participaron en la investigación del South Sea explican que el narco estaba «obsesionado» con entablar relaciones con políticos, mandos policiales y de la Guardia Civil y personajes de cierta notoriedad. El objetivo era intentar proyectar una fachada pública de empresario gallego sin más mancha que dos acusaciones en el pasado por contrabando de tabaco por las que finalmente no había sido culpado.

Además de fotos, también había vídeos en la mansión, ya que en alguna habitación de su casa de A Illa estaban instaladas cámaras ocultas. Si acumulaba aquel material con vistas a posibles chantajes futuros es algo que solo el propio Dorado sabe.

La «verdad» y nuevos apoyos

El testimonio de Taín, en opinión del presidente de la Xunta, «concreta que lo que yo estaba contando era la verdad», dijo ayer a la conclusión de un acto en la planta de PSA Peugeot-Citroën en Vigo: el lanzamiento industrial de dos modelos de furgoneta, informa Soledad Antón. Fue su presencia en la citada ceremonia lo que impidió a Feijoo asistir a la junta directiva del PP convocada por la mañana en Madrid. En ese marco, durante un discurso de casi una hora, Mariano Rajoy no citó a su amigo de Os Peares en momento alguno.

Sí recabó apoyos el jefe del Ejecutivo gallego por otros lares. Por ejemplo, el de su mentor, José Manuel Romay Beccaría, máximo responsable del Consejo de Estado, quien en Onda Cero alabó la «rectitud» y el «trabajo impecable» de Feijoo, «una persona absolutamente ejemplar». Y también el del presidente de la Junta de Castilla y León, el popular Juan Vicente Herrera, quien calificó las fotos del presidente gallego con Marcial Dorado de «anécdota magnificada que no empaña la honestidad y eficacia» de su homólogo en Galicia. Entretanto, el presidente murciano, Ramón Luis Valcárcel, denunció un «ataque».