Este Saturno seguirá devorando luz y fregonas a razón de 3,9 millones al año: el dinero de todos los hijos de Galicia. Y veremos qué pasa con las indemnizaciones... No está muerto, pues, aunque haya fracasado, ya incluso de antemano, la delirante idea de hacer de él un señor Guggenheim. Se creyeron, estos políticos irresponsables, que eran alquimistas. He aquí el resultado: toneladas de cuarcita y losas a precio de oro como contribución decisiva a cambiarlo todo. Y, en efecto, consiguieron cambiarlo todo: ahora, en Galicia, si un joven no emigra es automáticamente noticia; si no hay mañana un recorte en universidad o en sanidad, el dato se convierte tristemente en noticia. Ayer estaban sentados en el Parlamento 41 diputados del partido que perpetró este sueño (su sueño) de grandeza, y otros 25 (PSOE y BNG) de los que se sumaron a la fiesta. Fue una orgía desenfrenada con los euros de los gallegos. Los ¿responsables? políticos se echaron al monte Gaiás con el dinero de todos. Ahora, doce años después, parece que empiezan a asumir al fin este error fatal, monumental, monstruoso. Irreparable.