El acuerdo, firmado el 10 de junio del 2011, apenas alcanzó medio mandato y al romperse deja al gobierno socialista en minoría
19 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El bipartito PSOE-BNG del Concello de Silleda quedó roto a última hora de la mañana de ayer tras firmar la alcaldesa socialista, Paula Fernández, los decretos y resoluciones en un reajuste de gobierno que destituye y deja sin competencias al edil nacionalista, Matías Rodríguez, socio que daba mayoría absoluta en el pleno con los seis ediles socialistas. «Confírmase que a alcaldesa do PSOE expulsa ao BNG do goberno de Silleda», dice Rodríguez.
El pacto, firmado el 10 de junio del 2011, apenas alcanzó medio mandato y al romperse deja al gobierno socialista en minoría, frente a seis ediles del PP y al ya exsocio de gobierno del BNG.
La ruptura llega tras diversos desencuentros que fueron consiguiendo reconducir las dos formaciones políticas. Pero la espoleta final saltó el pasado día 11, cuando el BNG votó contra de la firma de un convenio de cesión del vial de enlace con la AP-53 en Lamela. Estaba todo pactado hasta veinticinco minutos antes del pleno, en que el BNG pidió dejar el convenio sobre la mesa y posponer su aprobación hasta que los vecinos lindantes conociesen cómo iba a afectarles. El PSOE argumentó imposibilidad de maniobra con ese margen y la mayoría del PP y BNG tumbaron el convenio. El BNG vio poca cintura política en su socio para estar con los vecinos.
El PSOE valoró «suficientemente grave» y «desleal» el desplante y convocó la comisión de seguimiento del pacto, a la que llevó un órdago de la misma dimensión: «Mantemos o pacto se o BNG releva ao concelleiro Matías Rodríguez», porque entendían que el edil practica política «autónoma» respecto al Bloque y que además es reincidente en incumplir el pacto.
Ambos partidos se enrocaron en torno a sus representantes municipales y no hubo ni un atisbo de reconducción. El PSOE no puede «manter como socio a alguén que non respecta o pacto» y el BNG no iba a dejar que nadie le dijese a quién debe designar como concejal.
Silleda queda ahora con gobierno en minoría, reduce una dedicación exclusiva (26.400 euros) y dos asuntos iluminarán el futuro: a corto plazo toca aprobar presupuestos y PXOM.