Rías de presunta corrupción

Laureano López
Laureano López CAMPO DE BATALLA

GALICIA

24 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Es como si la clase política quisiera competir en corrupción con las rías gallegas. Algunos ayuntamientos están pidiendo a gritos una inspección de la UE, de tanto confundir, presuntamente al menos, conjugaciones verbales: servir al pueblo con servirse del pueblo, fabricando así toneladas de inmundicia, que dirían los comisarios de Bruselas. Obviamente, los políticos honrados de este país, al menos hasta que se demuestre lo contrario, ganan por una amplía mayoría a los corruptos o presuntamente corruptos, pero, les guste o no, estos últimos consiguen mayor repercusión. Sucede porque, más allá de declaraciones del estilo actuaremos con firmeza, aquí no caben ovejas negras, el que meta la mano que se vaya..., no se toman medidas rigurosas, con lo que la sospecha se extiende a todos. Y como no hay reglas de ningún tipo, aquí uno solo dimite si le apetece o si le aprietan mucho las clavijas los suyos. En este caso, habitualmente por intereses (poder, poder y más poder) que poco tienen que ver con la imputación, lo cual es otra forma de corrupción política en sí misma.