El presidente de los populares gallegos envía una advertencia a sus concejales de Santiago por las disputas internas y reclama de nuevo para el alcalde la presunción de inocencia
24 ene 2013 . Actualizado a las 18:42 h.Como ayer había hecho el secretario xeral del PPdeG, Alfonso Rueda, hoy su presidente, Alberto Núñez Feijoo, ha dado un puñetazo en la mesa ante la crisis interna en que vive instalado el gobierno municipal de Santiago. «A división non ten cabida dentro do Partido Popular de Galicia. A discrepancia e a opinión, si; a división, non», ha espetado, a preguntas de la prensa, tras el Consello de la Xunta. Nadie que la fomente, ha advertido, «terá o noso apoio».
Al mandatario conservador parecen preocuparle más los enfrentamientos entre los miembros del ejecutivo local compostelano que la situación de su alcalde, Ángel Currás, imputado en dos procesos judiciales diferentes en el último mes: uno por tráfico de influencias en el marco de la operación Pokémon y otro, que trascendió anteayer, por prevaricación y acoso moral a raíz de la demanda presentada por un policía local. De hecho, pese al nuevo problema del regidor en los tribunales, ha manifestado: «Non hai ningunha novidade».
Sin poner la mano en el fuego por él, Feijoo ha vuelto a reclamar para Currás el derecho a la presunción de inocencia, al tiempo que profesaba «respecto absoluto» a la actuación de la magistratura. «Estaremos -ha abundado- atentos a todo o que ocurra. [...] Os detalles correspóndelle estudalos á Xustiza». Cuando esta dé un paso, el partido obrará en consecuencia.
Acto seguido, ha repetido el argumentario esgrimido por Rueda 24 horas antes. Es decir, ha atribuido la mayoría de los éxitos electorales de su formación al hecho de que «os cidadáns perciben unidade no PPdeG». Y ese «activo» es algo que no está dispuesto a consentir que se difumine.