Polémica por el permiso a un vigués que mató de 42 puñaladas a un amigo
GALICIA
Sergio García fue condenado por la muerte de Pablo Docamiño hace 6 años, y familiares y la asociación de víctimas advierten del riesgo de fuga
27 nov 2012 . Actualizado a las 13:30 h.Sergio García Pérez, el hombre de Vigo que cumple condena desde hace seis años por el asesinato de Pablo Docamiño Fernández, un joven que era de su núcleo de amigos, saldrá de la prisión de A Lama para gozar de un permiso de Navidad.
La noticia se la han confirmado de una manera extraoficial a la madre de la víctima, Cristina Fernández, y le ha caído como un jarro de agua fría. La Asociación de Apoyo a las Víctimas y Familiares de Delitos Violentos (Avidev) enseguida ha salido a la palestra para mostrar su apoyo a los familiares, condenar que culpables de asesinato salgan tan pronto de permiso de la cárcel y advertir del peligro de que el reo se fugue.
«Estoy hecha polvo, no he podido asimilar que en seis años lo dejen salir a la calle, como si la vida de mi hijo valiera tan poco», comentaba ayer la madre de la víctima, a quien le parece inconcebible que «pueda empezar a irse de vacaciones después de lo que hizo hace tan poco tiempo».
El permiso carcelario ha reabierto una herida que nunca llegó a cicatrizar y ha hecho que los familiares de la víctima no vuelvan a dormir tranquilos mientras sepan que el acusado está en la calle. «Me han prometido que cuando fuera a salir me avisarían y que iban a conseguir que lo hiciera con una pulsera GPS para poder tenerlo localizado permanentemente», manifestaba Cristina Fernández. Para el presidente de Avidev, Ricardo León, el riesgo de fuga es altísimo y existen precedentes como para no permitir otorgar permisos a este tipo de reclusos.
Precedentes
En las mentes de los afectados está Jorge Pérez Alonso, que fue condenado por el homicidio de Javier Amorío Varela y, estando condenado a 14 años de prisión, se fugó en septiembre del año pasado, cuando aún no había cumplido cinco años de condena, durante un permiso. «Nos parece una salvajada, le están poniendo la fuga en bandeja». Así de rotundo se mostraba ayer el portavoz de la asociación, que afirmó que estarán muy pendientes de lo que pase y que si el preso llegara a fugarse pedirán «responsabilidades, aunque sea a un juez».
Los hechos sucedieron el 5 de julio del año 2006. El acusado asestó 42 puñaladas a la víctima y luego quemó el cadáver y la casa. El jurado entendió que el móvil del crimen fue que la víctima había descubierto la relación de amistad especial que su novia mantenía con Sergio. La discusión provocó que este actuase en un arrebato de cólera y empleara un cuchillo de caza de 34 centímetros de hoja.
El autor de los hechos confesó el crimen a la policía pocas horas después y dio instrucciones precisas para encontrar el arma homicida y una toalla con sangre que ocultó en su motocicleta. La Audiencia Provincial de Pontevedra lo condenó a 21 años de prisión.