Un narco arousano denuncia ante la Guardia Civil el robo de su planeadora

s. g. / l. p. vilagarcía / la voz

GALICIA

Fue condenado en Zaragoza a ocho años de prisión por la venta de tres kilogramos de cocaína

23 nov 2012 . Actualizado a las 14:49 h.

Se llama Guillermo y vive en Vilanova de Arousa. Conoce perfectamente lo que es sentarse en un banquillo, puesto que en 1998 fue condenado en Zaragoza a ocho años de prisión y a una multa de 101 millones de pesetas por la venta de tres kilogramos de cocaína. Su nombre salió a relucir junto al de su esposa, Mercedes Iglesias, a lo largo de la operación Suntuarias, de forma que a principios de este año el matrimonio fue juzgado y condenado por la Audiencia Provincial de Pontevedra a cinco años de cárcel y a una sanción de 3 millones de euros por un delito continuado de blanqueo de dinero procedente del narcotráfico. Lo que pocos podían esperar es que Guillermo Abalo Maneiro acabase recurriendo a la mismísima Guardia Civil para denunciar que le han robado una planeadora.

La denuncia, presentada el miércoles en el cuartel de Vilagarcía, relata la sorpresa del narco arousano al toparse con que la puerta de acceso a la vivienda que posee en la zona de Cálago, en el entorno rural de Vilanova, había sido forzada. En la planta baja de la edificación, Abalo Maneiro guardaba una embarcación semirrígida, dotada de dos motores fueraborda de potencia nada despreciable: 250 caballos por barba, de acuerdo con fuentes de la investigación. La planeadora, que se ha esfumado del garaje, estaría valorada en unos 50.000 euros.

Quien advierta que el precio de la semirrígida es elevado debe tener en cuenta que en el proceso de la Agencia Tributaria contra el blanqueo que concluyó con su condena y con la de sus padres, a Abalo y a su esposa les fueron embargados bienes por importe de 1,7 millones de euros. Entre ellos, dos viviendas en Vilagarcía y Vilanova, seis fincas, un almacén, un coche, una batea y cuatro embarcaciones. Mercedes Iglesias alegó en el juicio un clásico: su buena mano con la lotería. En 1994, dijo, le tocaron 6 millones de pesetas.