El Bloque saca pecho

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Sus adhesiones y la escasa capacidad de convocatoria de los escindidos el 25 de julio auguran a sus rivales un horizonte político muy difícil

27 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Las manifestaciones no suelen ser un buen indicador del grado de respaldo electoral. Y de eso sabe mucho la izquierda ya incluso desde la transición. Pero el 25 de julio sí ha servido para esclarecer que la gran base organizada del nacionalismo sigue bajo el paraguas del Bloque, lo que pone en entredicho la fractura del frente, al menos en términos cuantitativos.

Muchos de los dos mil militantes del BNG que en la asamblea de enero depositaron su voto a la candidatura liderada por Aymerich y Beiras, alternativa a la UPG, siguen dentro del frente. Y eso es lo que se deduce de la capacidad de convocatoria de los escindidos y sus nuevas adhesiones durante el Día da Patria en Santiago. Anova Irmandade Nacionalista, proyecto liderado por Beiras, apenas reunió a unos centenares de personas en Mazarelos. Y otro tanto cabe decir de Compromiso por Galicia en el parque de Bonaval.

Pulso

Si bien es cierto que no estaban convocados como actos de masas para evitar un pulso cuantitativo con el BNG, cabe recordar que en ese balance de afluencia hay que contabilizar la participación de personas que ya no estaban en el BNG, como la FPG y el Movemento pola Base en Anova y de Espazo Ecosocialista en Compromiso.

En estas circunstancias, el conjunto del nacionalismo parece caminar hacia el peor de los escenarios posibles. Un BNG que, en mayor o menor medida, pagará una factura por lo ocurrido, y unas alternativas que no solo no han confluido sino que se hallan en un estado muy embrionario como para hacer frente a a unas elecciones..

Al menos esa es la apariencia a corto plazo. Habrá que ver cuál es el tirón real que pueda ejercer Beiras y si hay una convergencia de los dos polos. Algo que se antoja difícil, lo que abriría la puerta a que cada uno caminara por separado con la vista puesta más allá de las autonómicas.

el futuro del nacionalismo gallego