La UPG hará en junio el congreso en el que podría relevar a su líder

redacción / la voz

GALICIA

Francisco Rodríguez sopesa abandonar la secretaría xeral del partido

02 may 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La Unión do Povo Galego (UPG), partido mayoritario en el Bloque, celebrará el próximo 17 de junio en Santiago su congreso ordinario, en el que abordará la estrategia a seguir en un contexto inédito en casi 30 años, marcado por la fractura del nacionalismo. Una cita en la que se decidirá también el futuro del que ha sido su líder desde antes de la transición, Francisco Rodríguez, actual secretario xeral, quien podría continuar en el cargo o ceder el testigo.

Esa es, a día de hoy, la gran incógnita y lo que protagoniza el debate interno en un partido en el que conviven dos almas: una más aperturista, encarnada por figuras como Jorquera, Francisco García o Alfredo Suárez Canal, y otra más apegada a los principios de la organización, en la que estarían históricos, como Lois Diéguez o Pilar García Negro, y cuadros más jóvenes, como el diputado Bieito Lobeira o el líder de la CIG, Xesús Seixo.

En medio de las dos almas, como figura de unión, se situaría Francisco Rodríguez, quien es partidario de dar un paso atrás, un criterio discutido en la cúpula del partido, donde se piensa que el actual contexto de división del nacionalismo precisa la experiencia de quien ha sido su líder desde mediados de los años setenta. Su intención de retirarse quedó de manifiesto en la última asamblea nacional del BNG, cuando Rodríguez ocupó el puesto noveno de la lista de Alternativa pola Unidade, impulsada por la UPG, lo que supuso que, por vez primera, el histórico líder saliera de la ejecutiva del Bloque.

El partido ha decidido posponer su congreso a junio porque el BNG celebra dentro de dos semanas una convención nacional en Santiago -el domingo día 13 de mayo- que servirá como plataforma de lanzamiento de su candidato a la Xunta, Francisco Jorquera.

Hasta ahora, los esfuerzos del BNG y de gran parte de la UPG han estado encaminados a detener en las bases posibles bajas y minimizar el impacto de la ruptura protagonizada por Beiras y por Máis Galiza. Pese a que la encuesta de Sondaxe ya evalúa el coste de la escisión con la pérdida de dos diputados en el Parlamento gallego -se pasaría de doce a diez-, desde el BNG se trabaja con la estrategia de ignorar en lo posible un proyecto político llamado a competir en el espacio electoral del nacionalismo. El propio Jorquera sostiene que en Galicia no hay espacio para otra fuerza nacionalista y Guillerme Vázquez, portavoz nacional, evita constantemente en sus comparecencias públicas contestar a preguntas que guarden relación con iniciativas o críticas del proyecto nacionalista liderado por Beiras.

Con todo, la fractura en el BNG ha generado un profundo debate interno en la UPG, la organización mayoritaria. En los prolegómenos de la última asamblea nacional, muchos consideraban dentro del partido que la ruptura era un proceso irreversible y que, con independencia de las concesiones que se hicieran, el frente estaba abocado a una confrontación que venía larvándose desde hacía mucho tiempo.

Eso no implica, sin embargo, que internamente, dentro de la UPG, haya voces que asuman su parte de culpa en la ruptura y vean en el futuro inmediato más sombras que luces. Con todo, la UPG y el BNG tendrán que resolver también la gestión y la convivencia del modelo bicéfalo, con Guillerme Vázquez de portavoz nacional y Jorquera de candidato.